Llegó a este mundo con un peso de 770 gramos pero su fortaleza es de muchas toneladas.
Abby Milagros cumplió 11 meses el 25 de diciembre, pero debido a complicaciones en su salud luce mucho más pequeña. Su mamá busca apoyo para comprar alimento especial y medicamentos.
Lo más urgente es un aparato que adapta el oxígeno, es decir que lo hace húmedo y tibio para no resecar los pulmones de la bebé y con esto evitar que se le resequen los pulmones.
Verónica Berenice Guerrero y José Gerardo Reynoso compartieron cómo su vida cambió desde el nacimiento prematuro extremo de la bebé.
En un cuarto de ambiente frío, en su casa en la colonia 10 de Mayo, hay algunos juguetes pero muchas más medicinas; la bebé de 11 meses vive acompañada de un tanque de oxígeno.
“Nunca pensamos que sería así, tú piensas que tu embarazo es normal, es una niña muy deseada porque no había podido tener bebés en cinco años, y todos nos volvimos muy felices”, dijo la mamá.
Abby nació el 25 de enero de 2014, con seis meses de gestación, y pasó directamente a terapia intensiva.
“Sí respiró y lloró al nacer, pero las inyecciones que me pusieron para fortalecer sus pulmones no agarraron bien, sus pulmones no se fortalecieron lo suficiente. Duró un mes entubada”, compartió Berenice.
La bebé pasó siete de sus 11 meses de vida hospitalizada, sobrevivió a paros respiratorios, perforación de intestino, desnutrición, entubaciones.
Además tuvo displasia broncopulmonar, una enfermedad crónica que no permite que su desarrollo sea normal y genera abundancia de secreciones.
Pero a pesar de todo eso la pequeña sigue aferrada a la vida y mejoró tras su última estadía en el hospital, pero las necesidades continúan.
“Día a día fue una lucha, llegábamos a la cita y no sabíamos ahora qué nos iban a decir”, dijeron los papás.
En busca de ayuda
Por ahora la familia Reynoso Guerrero está en casa pero las necesidades médicas les acompañan, pese a que se ha atendido en el Seguro Social aún hay mucho por hacer.
La familia gasta unos 500 pesos a la semana en alimento, medicamentos, toallitas, pañales, jeringas y demás material para atender a la pequeña. Ahora una necesidad urgente es la compra del aparato que entibie el oxígeno, que cuesta más de 20 mil pesos.
El papá, José Gerardo, tiene un negocio de renta de computadoras, pero los clientes bajaron considerablemente; la mamá tuvo que dejar de trabajar para cuidar de Abby.
Para apoyar para la comora de medicamentos, la pareja vende pulseras a 10 pesos, éstas llevan el mensaje ‘Unidos por la vida de Abby’, y se ofrecen en una página de Facebook con el mismo nombre.
“Ahorita es para recaudar fondos para el oxígeno húmedo y caliente y para ver segundas opiniones por fuera del estado de salud de Abby”, finalizó Verónica Berenice Guerrero.
Capacitan jóvenes a jóvenes
56 jóvenes leoneses terminaron su formación dentro del Programa Órale, orientando jóvenes en el mundo laboral.
TK Foundation (TKF), la International Youth Foundation (IYF) y Vínculos y Redes A.C. (VyR) celebraron la segunda ceremonia de graduación de ese programa.
Los graduados sistieron a los talleres de orientación para el empleo, realizados en Casa Don Bosco, Centro de Saber Coecillo y Fundación León.
María del Carmen González, coordinadora del programa, explicó que en éste participan jóvenes de zonas vulnerables, quienes mediante una capacitación de 130 horas, desarrollan sus habilidades para la vida y el empleo a fin de acceder a oportunidades educativas y de trabajo.
Agregó que con la segunda generación se da el inicio de un objetivo inicial de alcance de 500 jóvenes.
“Los jóvenes participantes son capacitados por jóvenes, es decir, es un programa de joven a joven. Para el reclutamiento, implementación y seguimiento, se cuenta con 10 jóvenes profesionistas de León que actúan como facilitadores, mentores y consejeros, favoreciendo que jóvenes vulnerables se reintegren al sistema escolar, formación técnica o accedan a un empleo digno”,