En uno de sus últimos mensajes del año, el Papa Francisco manifestó ayer su cercanía con los miles de migrantes cubanos que llevan semanas varados en Centroamérica y protagonizan un nuevo éxodo.
Tras su bendición dominical con el Ángelus, asomado a la ventana de su estudio personal en El Vaticano, el Pontífice dijo que muchos de los cubanos son víctimas de la trata de personas y pidió a los gobiernos de la región que hallen una solución a este drama humano.
Miles de cubanos tratan actualmente de migrar a EU a través de Centroamérica por temor de que el acercamiento reciente en las relaciones entre Washington y La Habana signifique el fin de los privilegios especiales que tienen para migrar a suelo estadounidense.
En concreto, la ley de Ajuste Cubano, que permite a los habitantes de la isla solicitar la residencia permanente un año después de haber llegado al País por mar.
Por esa razón, Centroamérica ha registrado un aumento de migrantes procedentes de la isla.
Unos ocho mil cubanos están varados en Costa Rica desde noviembre, cuando Nicaragua comenzó a bloquear el paso de los cubanos por su territorio.
Costa Rica dejó de dar visas de viaje a los cubanos la semana pasada.
En días pasados, el Gobierno nicaragüense propuso que el Ejecutivo estadounidense traslade vía aérea a los cubanos directo a EU desde Costa Rica.
Las autoridades costarricenses han intentado convencer tanto a Belice como a Guatemala de que permitan pasar a los cubanos en camino a México.
El Papa ha sido uno de los principales agentes para lograr un acercamiento entre Washington y La Habana.
Según reconocen tanto el presidente de EU, Barack Obama, como el cubano, Raúl Castro, el Papa ha sido clave para el acercamiento entre ambos países.
Puso la diplomacia vaticana al servicio de EU y Cuba para conseguir algo que parecía imposible. Bergoglio trabaja para que la cultura del encuentro defina su Pontificado.
Su Santidad también celebró el Jubileo de la Familia, junto a miles de personas católicas de todo el mundo, a las que llamó a experimentar el “perdón”. “Que en este Año de la Misericordia, toda familia cristiana sea un lugar privilegiado en el que se experimenta la alegría del perdón. El perdón es la esencia del amor, que sabe comprender el error y poner remedio”, afirmó el Papa.
Se espera que la situación de los migrantes sea el asunto central del viaje que hará Francisco en febrero a México, donde oficiará una misa en Ciudad Juárez, a metros de la frontera con Texas.
Tras el Ángelus, Francisco escuchó un coro de jóvenes cantando villancicos navideños.
(Con información de Efe/AFP y El País)

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *