Para Andrés Gutiérrez Mandujano, su esposa, hijas y cuñadas el terminar el año ayudando de acuerdo a las posibilidades, es un nuevo comienzo para este 2016.
Él y su familia acuden al menos una vez al mes a repartir comida y alguna bebida a todas aquellas personas que por necesidad, tienen que esperar información de sus pacientes en las afueras del Hospital General de Salamanca, ante los constantes cambios de temperatura.
“Vengo cada que puedo, que hay dinero y que tenemos chance, pero normalmente una vez al mes. Aquí afuera la gente le batalla, yo le batalle varias veces y se de lo que hablo”, dijo Andrés.
Con tres años rehabilitado y apenas un año invirtiéndole de su dinero, sin esperar nada a cambio, es que a bordo de su vehículo llega con su familia, sacan unas cazuelas de la cajuela y un refractario de vidrio de la parte de adelante que contiene el agua, en esta ocasión de horchata.
El menú, pollo en salsa roja, espagueti y una pieza de pan, suficiente para calmar el antojo o el hambre de aquellos que sin dudar se acercan a recibir un plato. ¡Dios lo Bendiga! ¡Que Dios lo acompañe!, son solo algunos de los agradecimientos de la gente que por la lejanía del hospital, o por las prisas de llegar no comió algo o simplemente no puede ir a comprar algo.
“Para mí, esto es una manera de agradecimiento por la veces que estuve y me alivianaron, también estuve internado. ¡Con esto, cierro bien el año!, finalizó Andrés.
Así como él, existen muchas personas que desinteresadamente acuden por la mañana, tarde, noche o madrugada a las inmediaciones del Hospital a ayudar, no buscan nada, no buscan gratitud, simplemente buscan ayudar momentáneamente a quienes por asares del destino espera información o a su paciente que ingreso al Hospital.
Llevan comida a hospitales
El señor Andrés Gutiérrez y su familia cerrarán el año 2015 llevando alimento a las personas que están afuera del Hospital.