A causa de las elecciones que se llevaron a cabo en 14 estados del País, José de Jesús Martínez Zepeda, Obispo de la Diócesis de Irapuato señaló que la democracia en México no ha avanzado tan rápido como se esperaba, pues las autoridades no comprenden que también los ciudadanos juegan un papel importante en el tema político.
“Somos nosotros los que tenemos que crecer en participación ciudadana, es una actitud, una forma de ser, de vivir en la que debemos de ver que hay derechos y obligaciones”, indicó Martínez Zepeda.
Comentó que la democracia es un reto que se debe enfrentar sin importar los colores del partido para beneficio del País, para lograr una sana convivencia y crear una conciencia que en la actualidad, aún no es visible.
El Obispo indicó que estas acciones no deben ser tomadas en cuenta sólo durante la temporada de elecciones, sino en la práctica de la vida diaria, y que de lo contrario la democracia iría en una marcha lenta que no conduciría a ninguna solución ni bienestar para la sociedad.
“No es para desalentarnos, creo que hay otras formas más autoritarias a las que tenemos, estamos muy lejos de estar contentos, pero esperamos poder caminar por ahí”, dijo.
Martínez Zepeda señaló que todos los ciudadanos quisieran ya haber llegado a la meta deseada, y vivir en un País libre, civilizado y democrático, situación que conlleva e involucra crecimiento en áreas educativas, desarrollo humano, conciencia cívica y el deseo de participar en los procesos electorales.
Indicó que el ambiente de violencia que cubrió este periodo electoral, se dio por la “temperatura” alta con la que se encuentra el País en la actualidad, y que este es un riesgo continuó con el que los mexicanos viven a diario desde hace algún tiempo.
“Yo pienso en construir sobre la sociedad, son las mismas tareas que tenemos pendientes a largo plazo”, finalizó.
Afecta ola de crímenes
El Obispo de la Diócesis de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda señaló que la ola de violencia que ha vivido Irapuato en los últimos días, es originada por personas que decidieron tomar un camino distinto al de Dios, por lo que han caído en un “círculo de muerte”.
La madrugada del viernes, un comando armado ingresó al club nocturno “Mandara”, para arrebatarle la vida a un hombre que se encontraba en el lugar, y dos personas resultaron heridas.
“Seguramente se la traían con él, no es que la ola de violencia nos invada, son las personas que en un momento dado se arriesgan, y se meten en esas andanzas”, dijo el Obispo.
Señaló que para encontrar la paz, los habitantes del municipio deben acercarse más a Dios, y deben encontrar un camino distinto y disminuir los delitos en el municipio, que se han vuelto recurrentes en últimas fechas.
Martínez Zepeda comentó que espera que este último crimen sea sólo otro hecho aislado, pero que vivimos en un País con promesas de paz, que sólo se ha vuelto grande en la publicidad y los discursos de los funcionarios públicos, quienes no tienen control sobre la situación.
Indicó que la sociedad se ha descompuesto y que todos deben trabajar para su reconstrucción, pues la sociedad en general está corriendo riesgos innecesarios, y todos pagan por igual los crímenes que cometen algunas personas.
“Debe haber un equilibrio entre poner una restricción total como dicen las autoridades, así nomás aparecen hoteles y centros nocturnos, cantinas, yo creo que la sociedad debe tener prevalencia y ahí es donde debemos insistir”, finalizó el Obispo.