Los retornos del veterano Rafael Márquez y del técnico Miguel “Piojo” Herrera son dos de los ingredientes que a partir del viernes aderezarán un torneo Clausura mexicano en el que los cuatro equipos grandes buscarán saldar cuentas pendientes con sus aficionados.
Márquez, quien pasó el último año y medio con el Hellas Verona italiano, fichó con el Atlas, el equipo con el que debutó en el Invierno 1996.
El zaguero, quien cumple 37 años en febrero, está cerca del retiro pero antes quiere intentar darle al Atlas su primer cetro desde la temporada de 1951.
“Siempre me han gustado los retos difíciles y este es quizá uno de mis últimos compromisos como futbolista y lo quiero cumplir con éxito pero va a costar mucho trabajo”, dijo Márquez. “No aseguro que vamos a ser campeones, es algo que a veces se da y otras no, pero vamos a intentarlo”.
Márquez no juega para el Atlas desde el 6 de junio de 1999 cuando emigró al Mónaco de la liga francesa. Después de eso, el zaguero fichó con el Barcelona en 2003, donde jugó por siete años y vivió la mejor etapa de su carrera. Luego militó con el Red Bull de Nueva York en la MLS y en México fue bicampeón con el León en el Apertura 2013 y Clausura 2014.
Márquez se presenta cuando el Atlas visite a Querétaro en una cartelera de viernes que también incluye el regreso del “Piojo” Herrera a la liga mexicana, esta vez como timonel del Tijuana que enfrenta al Pachuca.
Herrera ganó un campeonato con el América antes de irse en 2013 para dirigir a la selección mexicana en el Mundial de Brasil 2014. Tuve que dejar el “Tri” tuvo que dejar el banquillo tras agredir a un periodista en un aeropuerto de Filadelfia un día después de ganar la Copa de Oro del año pasado.
Tijuana es uno de los equipos amenazados con el descenso.
“Cuando llegué al América la situación estaba peor, pero estabilizamos al equipo, llegamos a dos semifinales consecutivas y luego lo llevamos al título”, dijo Herrera. “Hay que pensar en hacer lo mismo aquí, pensar en grande y el problema del descenso se resuelve solo”.