Hace varios meses, Jann Wenner, fundador de la revista Rolling Stone, recibió una llamada del actor Sean Penn.
Penn, dijo Wenner en una entrevista, quería discutir algo importante. Pero no quería hablar abiertamente por teléfono, así que los dos comenzaron a hablar elípticamente sobre un potencial proyecto.
Esa vaga conversación fue el comienzo de lo que eventualmente se convirtió en un artículo, escrito por Penn, que sacudió a México y los Estados Unidos cuando fue publicado. Era una entrevista exclusiva con Joaquín Guzmán Loera, el famoso capo de la droga conocido como El Chapo, que fue llevada a cabo mientras Guzmán huía de las autoridades luego de un audaz escape de una prisión mexicana el año pasado.
El artículo de 10 mil palabras incluye acusaciones de cooperación entre la milicia y el Cártel de Sinaloa de Guzmán, así como el reconocimiento de Guzmán de su posición como narcotraficante y sus pensamientos sobre las implicaciones éticas de su negocio. Guzmán, cuyo escape de prisión -el segundo- lo hizo uno de los fugitivos más buscados del mundo, fue atrapado antes de que el artículo fuese publicado.
Pero luego de su publicación, se han planteado preguntas sobre la ética del papel de la revista al tratar con Guzmán, un criminal buscado por acusaciones de tráfico de drogas y asesinato, y en permitirle aprobar lo que finalmente sería publicado sobre él. El candidato presidencial republicano Marco Rubio, hablando con “This Week” de ABC News, reconoció el “derecho constitucional” de Penn de reunirse con Guzmán, pero llamó la entrevista “grotesca”.
Steve Coll, decano de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, dijo que estaba preocupado por la aprobación editorial ofrecida a Guzmán. Pero, ultimadamente, dijo, “conseguir una entrevista exclusiva con un criminal buscado es periodismo legítimo sin importar quién sea el reportero”.
Wenner dijo que no pensaba que fuera pausible que la revista se viera enredada en el caso legal contra Guzmán. “Tienen a su hombre, así que, ¿para qué nos necesitan?”, dijo. “No hay nada más que podamos agregar”.
Luego de que Penn y Wenner acordaron buscar el artículo, Wenner dijo que Rolling Stone se esforzó por el secreto.
A principios de octubre, dijo, fue incapaz de contactar a Penn por algunos días. Cuando Penn contactó a Wenner, dijo que se había reunido con Guzmán, como lo habían discutido previamente. Esa reunión también incluyó a Kate del Castillo, una actriz mexicana que alguna vez interpretó a una narcotraficante en una telenovela.
“Fue sólo entre Sean y yo, por un par de semanas mientras él escribía su borrador”, dijo Wenner.
Un abogado de la revista, y su jefe de redacción, Jason Fine, eventualmente ayudaron en el proceso de edición. El trabajo en el artículo fue completado hace dos semanas, dijo Wenner, pero por el ciclo de producción de Rolling Stone, aquellos involucrados estaban sujetos a una exasperante espera por el siguiente número, tiempo en que Guzmán fue capturado.
El reportaje y la edición del artículo fueron fuertemente contenidos, en parte, para evitar a las autoridades.
“Estaba preocupado porque no quería proveer los detalles que fueran responsables de su captura”, dijo Wenner. “Fuimos muy conscientes por nuestra parte y de parte de Sean, manteniéndonos callados, usando una parte protegida de nuestro servidor para correos electrónicos”.
Alrededor de Acción de Gracias, conforme Penn negociaba con Guzmán y sus intermediarios para incluir un video de la entrevista, el cual le fue eventualmente enviado por mensajero, la revista estaba convencida de que debía resistir la presión de las autoridades en los Estados Unidos y México que quisieran saber todo lo que pudieran sobre el paradero de Guzmán.
“Nos aseguramos de que no teníamos más información que dar, excepto lo que publicamos”, dijo. “Pero habríamos hecho todo que una operación periodística tradicional habría hecho en términos de proteger a las fuentes”.
Wenner dijo que Guzmán parecía haberse vuelto imprudente con aquellos que contactó mientras huía, y que lo habrían rastreado así Penn no hubiese escrito un artículo.
El artículo fue editado por Wenner y Fine, con la responsabilidad de éste de revisar la línea editorial del trabajo antes de ser publicado.
En respuesta a las críticas que ha recibido el artículo por el distintivo estilo de su escritura, el cual ha sido objeto de burla en redes sociales, y sus observaciones sobre temas como las flatulencias o la tecnología, Fine dijo: “Es un trabajo de Sean Penn. Y Sean Penn tiene un estilo y un punto de vista particulares con los cuales yo me siento contento”.
Penn por su parte no ha hecho ningún comentario al respecto.
Fine dijo también que había sopesado el aspecto ético en torno a la publicación del artículo y el compromiso que se adquiría al abordar el tema. Si Guzmán hubiera querido modificarlo, la revista tenía la opción de publicarlo o no.
Traducción: Jéssica de la Portilla Montaño.

‘La libertad es muy bonita’

“La libertad es muy bonita”, aseguró Joaquín “El Chapo” Guzmán en la entrevista completa que le realizó la revista “Rolling Stone”, meses antes de ser recapturado el viernes pasado.  La revista explica que el actor estadounidense, Sean Penn, viajó a la sierra mexicana, al escondite del líder del cártel de Sinaloa, en donde éste consintió responder a las preguntas del norteamericano y para la productora de la actriz mexicana, Kate del Castillo.
“La presión para mí es normal porque en varios años he estado cuidándome y no, no siento algo que me lastime en mi salud, ni mente. Me siento bien”, decía “El Chapo”, quien vestía una camisa azul claro, del mismo tono que la que usó en la foto en donde estrecha la mano de Penn.  Sin bigote y con el sonido de un gallo de fondo, el narcotraficante explicaba a su interlocutor con Penn sobre su infancia y sus inicios en el mundo del tráfico de drogas. “Yo empecé a los 18 años”, señalaba.  Al preguntarle sobre su muerte y el caso del colombiano, Pablo Escobar, quien fue el capo del narcotráfico más buscado por Estado. Durante los 17 minutos que dura el video de la entrevista se puede observar la vigilancia en torno al capo. Hombres armados y algunos con uniformes tipo militar rondan por la finca donde estaba alojado el El Chapo” Guzmán. Incluso se puede apreciar la circulacion de cuatrimotos durante la grabación.

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