La esposa y los dos hijos del juez Tercero Penal del fuero común, José de Jesús Luna Hernández, fueron puestos en libertad bajo reservas de ley tras ser detenidos por la Policía.
Presuntamente intentaban apoderarse de manera ilegal de una propiedad.
Autoridades de la Subprocuraduría de Justicia informaron que la noche del martes la mujer y sus dos hijos dejaron las instalaciones de Cepol poniente, donde permanecían detenidos bajo la averiguación previa 13985/2013 que se inició en la agencia 22 del Ministerio Público.
Al parecer fueron puestos en libertad ya que el delito del que se les acusaba no es considerado grave por la ley, sin embargo el proceso penal en su contra continúa.
Margarita González Díaz y sus hijos Érick Yanín y Jorge Alberto Luna González, así como otro joven que fue identificado como Jorge Andrés Ramos, son investigados por el delito de despojo y/o ejercicio arbitrario del propio derecho.
Arturo Jiménez, jefe de zona del Ministerio Público, informó que la querella en contra de la esposa del juez penal fue interpuesta por Heriberto Cervantes Urbina, representante legal de María Onésima Abigaíl Corona Román, quien dice ser propietaria de un predio del que presuntamente pretendía apoderarse Margarita González.
Corona Román, vecina de la delegación Venustiano Carranza del Distrito Federal, dijo que es propietaria de la finca que consta de dos terrenos que se ubica en el bulevar Adolfo López Mateos casi esquina con Malecón del Río de los Gómez, frente a las instalaciones del Poder Judicial.
Los primeros minutos de la madrugada del martes, Margarita González Díaz y sus dos hijos fueron detenidos por la Policía, tras ser denunciados por los abogados y empleados de María Onésima Corona.
Jesús, quien dijo ser empleado de la dueña, contó que hace ocho años se compró la propiedad, y hace un mes se dieron cuenta de que presuntamente había sido invadida por Margarita González, a quien acusan de romper candados y cambiar chapas en los lotes para meter dos vehículos, además de que inició la edificación de una barda.
“Cuando nos dimos cuenta de que había sido invadida por paracaidistas fuimos a ver qué ocurría y nos percatamos de que los candados que habíamos dejado puestos ya no estaban y habían sido sustituidos por otros”, contó el empleado de María.
Aseguró que al investigar supieron que se trataba de la esposa del juez de un tribunal penal, y la buscaron para hablar con ella y hacerle ver que el predio tenía propietario, sin embargo la mujer no los atendió.
“Se portó muy déspota, nos dijo que no iba a dejar la finca pues que alguien del Distrito Federal no tenía el dinero para comprar una finca, entre otros insultos, sin embargo, nosotros fuimos a la finca y cambiamos candados para evitar que se volvieran a meter”, dijo el trabajador.
El lunes Jesús y otras personas se instalaron a unas cuadras del predio para vigilarlo, el trabajador aseguró que se dieron cuenta de que la noche del domingo el juez José de Jesús Luna Hernández, su esposa y dos hijos llegaron en dos vehículo.
Presuntamente, según la acusación, dañaron la puerta y comenzaron a sacar el tabique que había adentro, en esos momentos llamaron a la Policía.
Después de verificar quién llevaba las escrituras del predio, los agentes detuvieron a la mujer y a sus dos hijos, además de otros dos jóvenes.
Al juez lo dejaron en libertad, incluso permitieron que se fuera en una de las camionetas.
“Es increíble que no lo hayan detenido, no sé si fue porque se dieron cuenta de que se trataba de un juez y por eso lo dejaron ir”, dijo el empleado de la propietaria de la finca.
Ayer el juez Luna Hernández se negó a recibir a AM.

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