Venezuela, gran exportador mundial de petróleo y poseedor de las mayores reservas del hidrocarburo en el planeta, ha tenido que empezar a comprar crudo.
La petrolera estatal venezolana Pdvsa adquirió en enero un cargamento de 550 mil barriles de uno de los crudos marcadores del mercado internacional, el West Texas Intermediate (WTI), a fin de diluir en el estadounidense volúmenes de crudos pesados venezolanos en la refinería de Curazao.
Para que esta transacción tuviera lugar, antes debieron cumplirse dos hitos históricos: que Venezuela necesitara comenzar a importar crudo, algo sin precedentes en sus 100 años de actividad petrolera. Además, que Washington levantara la prohibición de exportar crudos desde EUA, vigente hacía 40 años.
Se calcula que Venezuela produce unos 2.7 millones de barriles diarios de petróleo, muy por debajo de lo que hubiera prometido Hugo Chávez. Desde hace años la producción petrolera viene cayendo de manera sostenida.