En la Parroquia de la Asunción se celebró ayer la fiesta en honor a San Hermión Mártir, cuyas reliquias se encuentran en Lagos de Moreno desde el año de 1791.
Con gran fervor los laguenses acudieron a las diferentes celebraciones eucarísticas celebradas durante el día, en donde al principio de cada una se leyó una breve sinopsis del santo y su llegada a nuestro municipio.
En el programa de la festividad, se tenía contemplado una Misa Solemne a las 6 de la tarde y posteriormente a ello una kermés y quema de fuegos pirotécnicos en las inmediaciones del templo parroquial.
San Hermión fue un soldado romano que vivió, aproximadamente en el siglo III, y martirizado por su fe en la época de la persecución de Dioclesiano.
Fue sepultado en las Catacumbas, enterrado sin la preparación para la conservación del cuerpo; permaneció sepultado alrededor de mil quinientos años, encontrándose bien conservado luego que fuera descubierto después de tantos años.
Fue así que el laguense Pedro Márquez, en nombre del párroco José Anna Gómez de Portugal, solicitó al Papa Pio VI la donación de las reliquias del soldado romano, para la todavía Villa de Santa María de los Lagos.
En abril de 1790, se enceró el cuerpo reconstruido para su protección, se colocó un guante en el lugar de la mano que faltaba, se puso una copa que contenía la sangre del mártir y se colocó en una urna sellada.
Así, un 12 de julio de 1791 la reliquia del mártir romano, San Hermión, llegó a la Parroquia de la Asunción de Lagos de Moreno, dentro de una gran fiesta de los creyentes locales.
Fue hasta el 20 de mayo de 1792, que el obispo Fray Antonio Alcalde concedió la celebración del santo cada 28 de febrero y ayer los laguenses lo celebraron.