Muchos han notado los paralelos históricos entre el actual debate sobre los sirios que buscan refugio en EU y la situación de los judíos europeos que abandonaron los territorios ocupados por Alemania en la víspera de la Segunda Guerra Mundial.
Entre los muchos que trataron -y fallaron- de escapar a la persecución nazi: Otto Frank y su familia: su esposa Edith, y sus hijas Margot y Ana. Y mientras que la historia de los desesperados intentos de la familia terminando en futilidad hoy puede parecer notable, es emblemática de lo que experimentaron un número de otros judíos al dejar territorios ocupados por Alemania, según escribió en 2007 el profesor de historia Richard Breitman, de la Universidad Norteamericana, sobre el descubrimiento de documentos que registran la lucha de los Frank para obtener visas de EU.
El historiador le dijo a Radio Nacional Pública en 2007 que los documentos sugieren que “Ana Frank hoy podría ser una mujer de 77 años de edad que viviera en Boston -una escritora”.
En lugar de eso, murió a los 15 en el campo de concentración Bergen-Belsen en Alemania.
‘Tenemos dos niñas’
Otto Frank trató relativamente tarde de obtener visas a los Estados Unidos, un complejo y ultimadamente desafortunado proceso puesto al descubierto en las casi 80 páginas de documentos desenterrados por el Instituto Judío de Investigaciones YIVO. Incluso el alto nivel de contactos de Frank con círculos políticos y de negocios norteamericanos no fueron suficientes para asegurarle entrada a su familia.
“La historia parece desplegarse en cámara lenta conforme el doloroso intercambio de cartas viajó a través de los continentes y de estado en estado, la información a menudo desfasada por el tiempo en que llegaron”, escribió The New York Times luego de revisar los documentos de YIVO. “Cada página agrega una capa de pena conforme el tortuoso proceso para ganar entrada a EU -que involucraba patrocinadores, grandes cantidades de dinero, declaraciones juradas y pruebas de cómo su entrada beneficiaría a Norteamérica- se expone. En el momento en que los Frank y sus simpatizantes superaban un obstáculo administrativo o logístico, otro surgía”.
En 1941 la familia Frank ya se había reubicado de Alemania a los Países Bajos donde, tan sólo unos años antes, Otto Frank solicitó visas para EU -solicitudes que fueron finalmente destruidas, según escribió Frank en una carta a su viejo amigo de la universidad en los Estados Unidos, Nathan Straus Jr.
“Me veo forzado a buscar la emigración y por lo que veo EU. es el único País al que podemos ir”, escribió Frank el 30 de abril de 1941. “Tal vez recuerdes que tenemos dos niñas. Es principalmente por el bien de mis hijas por lo que nos tenemos que preocupar. Nuestro destino es de menor importancia”.
Frank le pidió a su amigo la posibilidad de aportar 5 mil dólares para cubrir un depósito para las visas. “Eres la única persona que conozco a la que le puedo preguntar”, escribió Frank.
Straus era un hombre con contactos -hijo del copropietario de un Macy’s, líder de la Autoridad de Vivienda de EU y, de acuerdo con el Times, amigo de Eleanor Roosevelt. Los documentos de YIVO muestran que Straus y su esposa, Helen, se vieron involucrados en la saga, pidiendo ayuda al Departamento de Estado y al Departamento de Migración.
Los hermanos de Edith Frank intervinieron; ellos ya habían llegado a EU y deseaban proveer declaraciones juradas de financiamiento. Otto Frank estaba preocupado porque los hermanos de su esposa, “como obreros de Boston”, no tuvieran suficiente dinero para convencer a los funcionarios norteamericanos de inmigración de que podían financiar a los Frank. Eventualmente, el empleador de los hermanos entregó declaraciones juradas en apoyo de la familia.
Otto Frank tal vez habría tenido éxito si hubiese intentado irse antes, pero, como escribió David Engel, profesor de estudios del Holocausto en la Universidad de Nueva York, “entender la situación de los judíos en los Países Bajos bajo la ocupación nazi, así como entender cualquier aspecto del Holocausto, requiere la suspensión de la retrospectiva”.
Previo a abril de 1941, el trabajo de Otto Frank iba bien; su familia estaba a gusto y algunos de los movimientos más restrictivos contra los judíos en los Países Bajos aún no eran promulgados.
Por lo tanto él prefirió lo que le parecían las molestias que sobrecargaban una otrora confortable vida bajo la ocupación nazi en los Países Bajos, a la inseguridad de la vida como doble refugiado en un nuevo País, incluso si un nuevo País podía ser encontrado”, escribió Engel.
El intento de un simpatizante nazi de chantajear a Frank disparó nuevamente sus esfuerzos por obtener visas.
Reglas cambiantes
Mientras la familia Frank llenaba papeleo, las reglas de inmigración estaban cambiando -y las actitudes en EU hacia los inmigrantes de Europa se estaban volviendo suspicaces, escribió Breitman. El gobierno norteamericano estaba haciendo más difícil para los extranjeros ingresar al País -y los nazis estaban haciendo difícil dejarlo.
A principios de 1939, más de 300 mil nombres estaban en la lista de espera para recibir una visa de inmigración a EU, según escribió Breitman. Los consulados norteamericanos cambiaron su protocolo y no estaban otorgando visas a menos que se hubiera reservado transportación a EU.
Para junio de 1941, la mayor parte de los consulados de EU en los territorios ocupados por Alemania habían cerrado o estaban en el proceso -lo que significaba que Otto Frank tendría que haber ido a España o a Portugal, de forma legal, para solicitar en los consulados ahí. En junio de 1941, una nueva división del Departamento de Estado de EU se hizo cargo de la preselección de visas, lo que significaba que aquellos en EU necesitarían llenar nuevas declaraciones juradas a favor de inmigrantes potenciales.
Además, las nuevas regulaciones de inmigración de EU significaron que los Frank no podían obtener visas si aún tenían algún familiar cercano en Alemania, una restricción creada para contrarrestar la creencia de que las autoridades alemanas usarían a los familiares restantes para presionar a los refugiados para que espiaran en los Estados Unidos. Para este momento, escribió Breitman, las inquietudes norteamericanas sobre los extranjeros de países invadidos por Alemania se habían incrementado.
Pasaporte a Cuba
“Toda la familia Frank debía obtener de manera simultánea visas de EU, o nadie calificaría”, escribió Breitman. “Para el momento en que Nathan Straus acumuló parte de su información, Otto Frank ya había concluido que el prospecto de entrar a EU era borroso. Miró hacia Cuba como posible refugio”.
Mientras algunos judíos europeos se las arreglaron para entrar a Cuba en lo que esperaban visas norteamericanas, EU intensificó sus procedimientos de visa -y para julio de 1941, el embajador norteamericano le dijo a Cuba que los refugiados con visa de turista no serían elegibles para visas norteamericanas. Eso provocó ansiedad en Cuba porque los refugiados europeos podrían estar atascados en la isla.
“La única forma de entrar a un País neutral son las visas de otros Estados como Cuba… Y muchos de mis conocidos obtuvieron visas para Cuba”, escribió Frank a Straus el 8 de septiembre de 1941.
A pesar de las considerables dificultades y gastos -costaba unos 2 mil 500 dólares por persona obtener una visa-, Otto Frank se las arregló para obtener una visa cubana el 1 de diciembre de 1941. Diez días después, Alemania e Italia le declararon la guerra a los Estados Unidos, y la visa de Frank fue cancelada.
La familia Frank se ocultó en 1942, un día después de que Margot recibiera una orden nazi para ir a un campamento de trabajo y un mes después de que Ana Frank recibió un diario por su decimotercer cumpleaños.
Finalmente fueron descubiertos y enviados a campos de concentración. Ana y Margot murieron de tifo y su madre, de inanición.
El 31 de enero de 1946, el servicio nacional de refugiados respondió a una petición del hermano de Edith Frank sobre el paradero de su familia: Otto Frank estaba vivo en Amsterdam, cinco años después de que comenzó su intento desesperado de enviar a su familia a los Estados Unidos.
ANA FRANK
Algunos datos
Nombre completo: Annelies Marie Frank
Fecha de nacimiento: 12 de junio de 1929
Lugar de nacimiento: Fráncfort del Meno, Alemania
Fecha de fallecimiento: Marzo de 1945
Lugar de fallecimiento: Campo de concentración nazi Bergen-Belsen, Alemania (Baja Sajionia)
Causa de muerte: Tifus
Lengua materna: Neerlandés
Religión: Judaísmo
La Casa
Hoy, museo
Ana no sale nunca, tiene que ser siempre sigilosa. Hay muchas tensiones. En su diario describe sus frustraciones.
Además de los Frank, hay otros cuatro judíos escondidos en la casa de atrás: Hermann y Auguste van Pels con su hijo Peter, y Fritz Pfeffer. Cuatro oficinistas de la empresa de Otto ayudan y protegen a los escondidos. Éstos temen cada día que los descubran.