José Antonio Segoviano Zavala fue enterrado el lunes por la tarde, mientras su familia aún sigue pidiendo una explicación sobre su muerte cuando intentaba cruzar a Estados Unidos.
El joven de 22 años perdió la vida el miércoles pasado en el río Bravo, frente al Rancho El Frisco en Nuevo Laredo, Tamaulipas; el motivo por el que murió ahogado aún es un misterio, y las autoridades de aquel estado no dieron mayores explicaciones a la familia.
Iba para Estados Unidos
José salió de su casa el martes pasado, su destino era Estados Unidos y su principal motivación era Alejandra Jazmín Solórzano Cuevas, su esposa, y embarazada de 7 meses, el propósito que tenía era conseguir un trabajo y mandar dinero para tener un mejor futuro para su bebé.
El miércoles por la noche, Ana María recibió una llamada de una persona que aparentemente se fue con él y que la familia asegura también es salmantino, él les dio la noticia que José había fallecido al intentar cruzar la frontera.
“Me quedé en blanco, y no supe qué hacer, me acordé de ir con mi papá a la cama, pero con mi mamá no fui”, platicó Ana María.
Sus familiares no supieron más de la persona que les dio la noticia, pero en ese momento tomaron el primer camión con destino a Nuevo Laredo para corroborar que se trataba de José.
Ana María, su hermana y José Onorato, su padre, fueron quienes viajaron hasta el Norte para identificar el cuerpo; Al llegar se dirigieron a la Delegación de Bomberos en donde les explicaron cómo llegar a la Morgue.
Después de haber corroborado que era José regresaron a la delegación de Bomberos para pasar la noche y permanecer ahí por varios días para arreglar los papeles del traslado del cuerpo y regresar a Salamanca.
“No es justo, no comieron, no les ofrecieron nada allá, aparte del dolor que sufríamos nadie les ofreció un techo dónde quedarse ¿Por qué son así?”, dijo Martina Zavala Morales, madre de José Antonio.
Los vecinos de la colonia San Javier, donde José vivía, se reunieron para acompañar a la familia en el velorio, mientras llegaba el cuerpo. El lunes por la mañana llegaron sus restos y fueron acomodados por algunas horas, entre los arreglos florales, coronas y su fotografía dentro de su casa en la calle Santa Fátima.
El féretro fue cargado por algunos de sus amigos hasta el templo de la misma colonia y fue sepultado en el panteón de La Cruz.
Los familiares de José exigen una explicación a las autoridades del por qué José apareció ahogado en el río Bravo, a pesar de que su cuerpo no presentaba signos de violencia, ellos tienen la inquietud de saber la causa de su fallecimiento.
De igual manera dijeron estar agradecidos con el Municipio por el apoyo que recibieron en diversos gastos, aunque todavía están con la incertidumbre de qué pasará con Alejandra y el bebé que llevará el mismo nombre de su padre.
“Nosotros queremos saber qué va a pasar con su esposa y su hijo, pues es que no se puede quedar así desamparada”, dijo la madre.