Durante años la zona arqueológica del Cerro del Muerto, ha sido saqueada por buscadores de tesoros que lo único que han logrado es destruir el lugar.
El Cerro del Muerto consta de dos hectáreas y se ubica al noroeste de la ciudad.
La pirámide circular o yácata (en purépecha) no ha sido protegida ni rescatada de modo que cualquier persona que ignore la importancia del lugar pudiera pensar que es cualquier colina de cerro.
El historiador y miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadistica, Fernando Tejeda, realizó un recorrido por el sitio y denunció públicamente la destrucción a la yácata.
Antecedentes
La yácata del Cerro del Muerto es una de las estructuras más importantes del estado y antecede a la llegada de los españoles. Tejeda Alvarado comentó que el nombre de “El Cerro del Muerto”, fue porque a principios del siglo XX algunas personas llegaron a encontrar restos humanos.
El experto explicó que las personas que realizan excavaciones en la yácata tratan de encontrar objetos valiosos o materiales preciosos, pero en razón de su origen prehispánico no podrán encontrar nada de valor pecunario.
Con base a su conocimiento, afirmó que es el INAH quien debe intervenir, asimismo declaró que en la década de los 80 la OEI se realizaron los primeros estudios en esta zona arqueológica, tomando una secuencia de fotografías y de la superficie.
Posteriormente en los 90 continuaron los estudios; sumándose a la investigación el Colegio de Michoacán en La Piedad (Colmich), y aunque se considero que el área fuera protegida, esto nunca se llevó a cabo.
“La yácata ha sido lugar de saqueos por parte de los buscadores de tesoros que tratan de encontrar embargo objetos o materiales que no corresponden a la época, así que su ignorancia y su desconocimiento sobre la historia les lleva hacer esas excavaciones que sólo van destruyendo parcialmente la pirámide”, contó.