El hombre cuya cabeza fue encontrada el 5 de abril en una hielera en la colonia Obrera, fue identificado gracias a un exámen genético cuyos resultados se compararon con los de uno de sus hermanos.
Las autoridades lo identificaron solamente como José Feliciano, de 28 años.
“Rodolfo es uno de sus hermanos al que se le tomaron pruebas para confirmar la identidad y ahora que la sabemos nos arrojó el sistema que contaba con antecedentes penales por delitos contra la salud”, dijo Ignacio Pérez Ruiz, director de Averiguaciones Previas.
José Feliciano era leonés y no tenía empleo; hay registros de que tuvo varios ingresos al Centro de Reinserción Social (Cereso) por la posesión de droga.
Su hermano y su mamá, dijo el funcionario, declararon que José solía salir de su casa y no regresar en días.
Lo vieron por última vez el 4 de abril, un día antes de que la cabeza fuera encontrada.
“Nos mencionaron que debido a que era adicto al cristal solía salirse de casa y no regresar hasta después de varios días”, explicó el funcionario.
La cabeza de José Feliciano fue abandonada en una hielera  afuera de una casa ubicada en la calle Azucena, en la Obrera. 
Unos días después del hallazgo se publicó un dibujo del rostro de la víctima, y ante la ausencia del joven los familiares acudieron a la Procuraduría de Justicia para tratar de identificarlo.
Esto no fue posible, por lo que el 14 de abril la Procuraduría de Justicia tomó muestras de Rodolfo para practicarle exámenes genéticos y comprobar si había coincidencia con el ADN de la víctima.
La semana pasada se confirmó que los resultados eran positivos y los restos fueron entregados a la familia.

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