Para ser atendido en el IMSS de Salamanca en el área de urgencias pueden pasar horas, los pacientes escuchan el típico “ahorita lo llaman”.
Familiares de pacientes aseguran que se tiene que llegar muy grave, sangrando o en ambulancia para ser atendido pronto, calificaron la atención y el servicio como muy deficiente.
Cuando una persona llega con una fractura como Juan N., hay que esperar su turno para pasar con el traumatólogo, hay personas adelante que llegaron primero.
Una vez que pasa, el médico le manda a hacer rayos X, pero antes de pasar tiene que comprar un disco para que le graben las radiografías que ahora son digitales, esos los venden en 10 pesos frente al IMSS, porque la institución no los facilita.
De nuevo esperar afuera de rayos X su turno, cuando por fin entra, al salir tiene que esperar nuevamente para pasar con el traumatólogo que ya está ocupado con otro paciente, y la espera se hace cansada ante la cantidad de personas que hay esperando ser atendidos.
María N. llegó con el pequeño Adrián de nueves meses, toda la noche tuvo calentura y vómito, no ha querido comer nada, lo veía decaído, también le tocó escuchar el “ahorita lo pasan”.
En el área de consultorios de urgencias hay un módulo de atención y orientación al paciente, pero aseguran que nunca hay nadie, sólo está ahí ocupando espacio y de adorno.
Quien tuvo suerte fue un hombre que llegó sangrando, un familiar solicitó ayuda en urgencias y le facilitaron una silla de ruedas para que lo metiera y lo atendiera el médico, el hombre se cayó, sangraba de la cabeza y se quejaba del dolor.
Uno de sus familiares lo empujó hasta la puerta de urgencias junto al mostrador, tapado con un pequeño cobertor entró de inmediato para ser atendido, mientras los demás continuaban esperando su turno.

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