La era Temer comenzó oficialmente ayer, tras 21 horas de sesión en el Senado y un duro discurso de Dilma Rousseff, a partir de ahora presidenta apartada del poder, en el que repitió que su destitución es un golpe de Estado orquestado, entre otros, por el que era su vicepresidente. Una difícil bienvenida para Michel Temer, de 75 años, que nombró un Gobierno con la vista puesta en los mercados.
Los inversores saludan la llegada de Henrique Meirelles a Hacienda.
El presidente interino de Brasil durante los próximos seis meses (como máximo), mientras el Senado decide sobre el juicio político a Rousseff, tiene una misión complicada por delante: disipar el pesimismo y la polarización que reina en la Nación, lidiar con los efectos del caso Petrobras, que mancha a políticos de todos los partidos, incluido el suyo, y reanimar la economía, cuyo PIB amenaza con caer un 3.8% este año, lo mismo que en 2015.
Para hacer frente a este reto, al frente del Ministerio de Hacienda ha situado a Henrique Meirelles, ex presidente del banco central en los Gobiernos del expresidente Lula da Silva (2003-2010), querido por los mercados y al que se recuerda por reducir los tipos de interés, conseguir controlar la inflación y contribuir al crecimiento del PIB.
Temer, en su primer discurso oficial como comandante del país rodeado de sus 22 ministros, un elenco que lleva fraguándose semanas dando por descontada la salida de Rousseff, prometió reformas para impulsar la economía y crear “un clima de confianza”, y pidió la unidad de Brasil, hoy partido en dos tras la profunda crisis política.
A pesar de las reformas económicas, que contemplarán un mayor espacio para el sector privado y un profundo ajuste fiscal, Temer prometió mantener y mejorar los programas sociales, el gran legado de los gobiernos del Partido de los Trabajadores de Rousseff.
El nuevo presidente también garantizó la protecció de investigaciones de corrupción en Petrobras, por el que dos de sus ministros ya son investigados y en el que el propio Temer y otro de sus elegidos han sido mencionados varias veces como beneficiarios.
“La moral pública será permanentemente buscada con mecanismos de control”, anunció.
Nombramientos polémicos
Temer ha enfrentado las primeras polémicas al estrenar mandato. Primero, la ausencia total de mujeres y negros en su equipo, especialmente chocante después de que, en la última etapa de su gestión, Rousseff hiciera frecuentes llamamientos de solidaridad a las brasileñas y subrayase su orgullo por haberse convertido en la primera presidenta de Brasil.
Por otra parte, la presencia de nombres controvertidos: el nuevo ministro de Justicia es Alexandre de Moraes, actual secretario de Seguridad de São Paulo. Durante su gestión, la policía fue responsable de uno de cada cuatro asesinatos en esa ciudad, y Moraes, además, ha defendido la represión violenta de protestas por parte de la policía.
El responsable de Agricultura, por otra parte, es el millonario Blairo Maggi, uno de los mayores productores de soja de Brasil, responsable de impulsar un proyecto de ley que minimiza las licencias ambientales necesarias para acometer obras.
Michel Temer ha dado su palabra de que no se presentará a los comicios de 2018, sino que se centrará en reformas económicas y políticas y tratará de sacar provecho de su fama de conciliador y de su larga carrera política.
“Cuanto antes seamos capaces de controlar las cuentas públicas, antes podremos volver al crecimiento”, dijo en su toma de posesión.
Tras ser elegido diputado en los 90 y conseguir la reelección varias veces, en 2001 asumió la presidencia del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), una formación ideológicamente ambigua, que nunca ha ganado elecciones presidenciales, pero siempre se las ha arreglado para estar cerca del poder.
Sin embargo, ésta es la segunda vez que el partido llega a la presidencia por vía indirecta: en 1985, José Sarney asumió el puesto al murir Tancredo Neves.
Ahora, Temer se encontrará con un Partido de los Trabajadores levantado en armas, que además se niega a reconocerlo como presidente legítimo.
Además, los sindicatos y los movimientos sociales de izquierda le acusan de querer recortar, en nombre de la austeridad, programas sociales bandera de las gestiones Lula y Rousseff.
Temer, en su papel de pacificador, ha pedido varias veces “unidad” y “diálogo” para “pacificar la nación”.
“Es urgente que hagamos un gobierno de salvación nacional. Partidos, políticos, entidades organizadas y el pueblo brasileño han de colaborar para sacar al país de esta grave crisis, y el diálogo es el primer paso para retomar el crecimiento”, dijo Temer, contra el que ya hay convocadas protestas frente a distintas sedes del PMDB en todo el país.
‘Hola, ¿con quién hablo?’
La preocupación argentina por el impeachment contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha hecho pasar un momento incómodo a su sucesor, Michel Temer.
A minutos de asumir el poder en forma interina y de que la mandataria hablase a sus seguidores renuidos ante el Palacio de Planalto, Temer mantuvo un diálogo cordial con una radio de Buenos Aires, convencido de que su interlocutor era el presidente Mauricio Macri.
“Estamos con mucho entusiasmo”, le dijo Temer al periodista Jorge García, conductor del programa “La Mañana del Mundo”, que se emite por Radio El Mundo.
El hasta ahora vicepresidente agradeció por lo menos dos veces al “señor presidente”, sin saber que, en realidad, estaba hablando con Jorge García, conductor del programa. El periodista, que nunca le aclaró que se trataba de una entrevista, le preguntó por el horario de su discurso y sobre cuándo anunciaría su gabinete.
“Yo quiero visitarlo en Argentina”, dijo Temer al comienzo de la charla.
“Me parece que está un poco confundido”, atinó a decir García.“Estoy preocupado por la situación, pero tranquilo. Lo vamos a enfrentar con mucho entusiasmo”, dijo Temer antes del final de la comunicación, que duró dos minutos.
Economía golpeada
El País intentó sin éxito comunicarse con el conductor del programa y su producción.
3.8% se contrajo la economía brasileña en 2015, y se espera lo mismo este año.
6% cayeron las ventas en marzo en el País.
116 es el lugar de Brasil, de 189 naciones más fáciles para hacer negocios.
10% índice de desempleo e inflación.
Preocupación y cooperación
Josh Earnest
Portavoz de la Casa Blanca
Estados Unidos apoyará a Brasil aún en esta etapa difícil. Mantenemos la confianza en la capacidad del gobierno para depender de sus tradiciones establecidas y leyes para sortear el camino.
Mauricio Macri
Presidente de Argentina
El Gobierno argentino continuará dialogando con las autoridades constituidas, a fin de seguir avanzando con el proceso de integración bilateral y regional.
Ban Ki-moon
Secretario general de la ONU
Exhortamos al gobierno, así como a los políticos de otros partidos a cooperar plenamente con las autoridades judiciales sobre denuncias de corrupción al más alto nivel y evitar acciones que puedan interpretarse como obstrucción a la justicia.
Ernesto Samper
Secretario general de la Unasur
Para nadie es un misterio el peso que tiene Brasil en el región y estas circunstancias de inestabilidad que se han vivido y se podría profundizar con la decisión adoptada el día de ayer podrían trasladarse de manera peligrosa a la región.
Michelle Bachelet
Presidenta de Chile
El Gobierno de Chile expresa su preocupación por los acontecimientos (…) que han generado incertidumbre a nivel internacional, considerando la gravitación de Brasil en el ámbito regional.
FFMLN
Partido oficialista salvadoreño
El respaldo popular es hoy irrespetado y negado por los golpistas que, valiéndose de maniobras parlamentarias y de un sistema judicial cómplice, pretende pisotear la voluntad soberana del pueblo.
Delcy Rodríguez
Canciller venezolana
Venezuela rechaza categóricamente el golpe de Estado parlamentario en curso en Brasil que, mediante farsas jurídicas de las cúpulas oligárquicas y fuerzas imperiales, pretenden el derrocamiento de la Presidenta Dilma Rousseff para sustituir la soberanía popular, poniendo en riesgo la Constitución y la democracia.