Destaca la trayectoria en la docencia del profesor José Jesús Manuel Granados Magdaleno.
Entrevistado en el marco del Día del Maestro este 15 de mayo, el profe José Jesús relató el gusto que tuvo por esta noble profesión de la que dijo “debe considerarse todo un apostolado, ya que es una profesión maravillosa que no se compara con ninguna otra”.
Procedente de una familia de docentes y siendo el tercero de 12 hermanos, el maestro narró algunas de sus vivencias y los planteles en los que se desempeñó durante los 44 años de servicio educativo.
Él realizó sus estudios de primaria en los mismos planteles donde luego se desempeñaría como maestro, entre ellas, la primaria José María Cavadas, J. Jesús Romero Flores y Amado Romero, así como la secundaria Reyes.
También dio clases en la Club de Leones y Agustín Belmonte en turno vespertino. Luego más tarde se desempeñó como directivo del 2000 al 2007 en la escuela José María Cavadas. Eso solo es parte de una larga trayectoria y empeño puesto en las aulas.
Casado con la señora Rosa Rosas procreó cuatro hijos, dos mujeres y dos varones y hasta ahora cuenta con 6 nietos.
Al relatar su trayectoria por las aulas, el profesor sonreía orgulloso y remarcó que “quien no se considere apóstol de la educación no puede considerarse un verdadero maestro”.
Ahora que se ha jubilado señala que es lamentable que las autoridades educativas no implementen un programa donde el profesor retirado siga haciendo aportaciones y con esto sostuvo “se echa a perder la experiencia de muchos docentes”.
Que sigan el camino de Jesús
Invita la iglesia a profesores en su día a ser verdaderos discípulos de Cristo y aplicarlo en la educación.
El día de hoy la misa del mediodía en el Señor de La Piedad, estará dedicada para los docentes.
El cura Guillermo Reyes dijo que es importante pedirle a Dios que esta noble vocación sea siempre bien valorada.
“Que la lleven –dijo-, de la mejor manera, dispuesta no solo para una lección sino ante todo enseñando a vivir a sus alumnos”.
Remarcó que no es difícil adivinar desde la fe, que el ejemplar de maestro es Jesucristo, y que asimismo se le reconoce como el camino, la verdad y la vida.
Pero que también sus discípulos lo reconocieron como el que no solamente les enseñaba a vivir terrenalmente sino ante todo vivir para lo celestial.
Guillermo Reyes señaló que no solo sus palabras, sino sus hechos lo ubican con ese misterio donde no solo es ofrecer un conocimiento que es válido y legítimo, sino generar actitudes para enfrentar la vida, para incluso como ciudadanos responsables actuar comprometidamente.