Los victorianos, los isabelinos. Los nombres reales pueden definir toda una generación, así que los padres sufren grandes presiones para elegir el correcto.
Ahora que el príncipe Guillermo y su esposa Catalina tienen un bebé, el tercero en la línea de sucesión, deben elegir el nombre de un integrante de la realeza que entrará junto con Gran Bretaña al siglo XXII. Primero considerarán monarcas británicos pasados.
Isabel I dio su nombre a la época de oro en la que Gran Bretaña dominó los mares y los isabelinos consolidaron un renacimiento de prosperidad nacional. El reinado de Victoria fue definido por la rápida industrialización con una moral estricta. Su hijo Eduardo VII, prestó su nombre al periodo de champán y puros antes de la Primera Guerra Mundial en la que el rígido sistema de clases comenzó a cambiar.
“Los nombres sí definen épocas”, dijo el historiador real Robert Lacey, quien ha escrito libros sobre la madre del príncipe Guillermo y su abuela. “Quién sabe qué pasará en el futuro”.
Con tantas personas por complacer, dentro y fuera de las paredes del palacio, la Casa de Windsor posiblemente elegirá más de un nombre para el niño que nació en Londres el lunes. Su padre el príncipe Guillermo tiene en total cuatro pues también se llama Arturo Felipe Luis. Quizá honren a su bisabuelo el príncipe Felipe o a sus abuelos el príncipe Carlos y Michael Middleton, el padre de Catalina. O al rey Arturo, o a tantos otros reyes del pasado.
Pero el primer nombre debe ser el correcto y seguramente sea uno fácil de recordar.
Los integrantes de la realeza pensarán no sólo lo que significa para ellos, sino lo que significa para el país y la elección no es fácil. Tiene que tener un cierto peso: los nombres plebeyos, aunque sean clásicos como Nigel o Rodney, no funcionarán.
“Los nombres siempre importan”, dijo Albert Mehrabian, profesor emérito de psicología en la UCLA y experto en nombres de bebés. “La imagen pública del este niño podría ser influida por el nombre del bebé”.
Los nombres de la realeza están basados en la historia, lo que explica por qué miles de apuestas han sido para Jorge y Jacobo.
Jorge evoca la fortaleza del padre de la reina, Jorge VI, quien dio ánimos al país durante la Segunda Guerra Mundial. Jacobo VI unió a Inglaterra y Escocia, y además es el nombre del hermano de Kate.
La impresión que crea un nombre es importante, dijo Mehrabian. “Alejandro” evoca a Alejandro Magno; Isabel evoca a la reina Isabel I.
En cuanto al recién nacido, es posible que marque un antes y un después en la relación de la realeza y sus súbditos. El príncipe Guillermo prefirió evitar un matrimonio con una integrante de la realeza y se casó con una plebeya del pueblo de Bucklebury, continuando el proceso de acercar la realeza a la población, una idea que defendía la princesa Diana.
El heredero le podría dar su nombre a un nuevo siglo, a un país que ha cambiado tanto social y filosóficamente que la hija de una aeromoza y un controlador de tráfico aéreo está en la línea de sucesión.
“Ese es el elemento histórico”, dijo Lacey. “Ya veremos cómo se refleja en los nombres”.
La pareja se puede tomar su tiempo. La reina Isabel y el duque de Edimburgo tardaron un mes para definir el nombre de Carlos para el príncipe de Gales. La princesa Diana y el príncipe Carlos esperaron una semana antes de elegir los cuatro nombres de Guillermo.
Nombre de bebé real definiría época
Los victorianos, los isabelinos. Los nombres reales pueden definir toda una generación, así que los padres sufren grandes presiones para elegir el cor