Decenas de hectáreas de cultivos se han perdido al quedar anegadas en lo que fue la presa de Santa Ana del Conde.
“Estimamos que ya están bajo el agua por lo menos 200 hectáreas de granos básicos, maíz y sorgo. Es mucha el agua que ha bajado de la sierra y ya no podremos ni resembrar. Vamos a buscar apoyo de las autoridades”, dijo Teresa Gutiérrez Hernández, líder de la Confederación Nacional Campesina en León.
Los ejidos más afectados se localizan en Santa Ana del Conde, Playas de Sotelo, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, La Arcina, Barretos y se extienden hasta La Sandía, en el sur del municipio.
Lo que fue la presa de San Gregorio, donde se construyó el fraccionamiento campestre Colinas del Sur, ya no almacena agua. Se rompió la cortina para que no inundara las residencias.
Las aguas bajan a lo que era la presa de Santa Ana del Conde, que además ha recibido grandes volúmenes del arroyo de Los Sauces, y del Tajo de Santa Ana.
“Ha llovido fuerte durante la última semana. Es mejor que llueva, pues trae más beneficios. Yo tuve que resembrar, pero algunas hectáreas ya están bajo el agua”, dice Natividad Villegas Hidalgo, quien observa sus cultivos con ilusión.
Sus parcelas se localizan dentro de lo que era el vaso de la presa, desecada en la Administración de Lázaro Cárdenas.
Ahora por lo que queda de la cortina se tiran millones de metros cúbicos de agua.
Dentro de lo que era el mismo vertedero se han construido fincas que están en riesgo.
Los excedentes de agua de la presa de Santa Ana eran conducidos aguas abajo hasta la presa de San Antonio.
“De esta presa sólo queda la cortina. La rompieron para que no se pudiera almacenar agua y no se inundaran los sembradíos, pero ahora con tanta agua, algunas parcelas están bajo el agua”, señaló Evaristo Hidalgo Andrade, del ejido Álvaro Obregón.
Ha sido tal cantidad de agua la que se ha registrado en los últimos días que las canchas de futbol, que están dentro del vaso de la presa, han desaparecido.
La presa de Santa Ana almacenaba el agua que servía para regar miles de hectáreas. Hay referencias ella desde el siglo XVIII.
El coordinador del Comité contra Inundaciones en León, Agustín Báez Vázquez, señaló que el agua tiene memoria y que cuando llega recorre las mismas avenidas por las que ha bajado durante siglos.
Por ello consideró que no es raro que se inunden cientos de hectáreas en el vaso de la presa de Santa Ana.
Se pierden cultivos por los aguaceros
Decenas de hectáreas quedan sumergidas, aunque los agricultores manifiestan su esperanza por el buen temporal.