Después de 3 años labor pastoral en el Templo del Calvario, el padre Mauro Noriega Limón agradece al pueblo laguense, puesto que en próximos meses se va de esta ciudad a Cancún.
Además de ser sacerdote tiene un gran amor por la música, y dice que canta para servir a Dios.
También demuestra un gran amor por Lagos de Moreno, pueblo en el cual menciona ha crecido como ser humano.
Nació en Encarnación de Díaz, pero vivió toda su niñez en el rancho Labor de Montoya, en San Juan de los Lagos.
A los 12 años llegó a Lagos de Moreno, donde ingresó al Seminario del Refugio, que anteriormente era la secundaria para campesinos en el año de 1996, después continuó en el seminario y estudió la preparatoria en el Instituto Francisco Orozco y Jiménez.
Posteriormente siguió en el seminario y se fue de Lagos un tiempo, para regresar ya ordenado como sacerdote.
Menciona que la idea de ser presbítero surgió desde muy niño, pues siempre sintió inquietud por servir a Dios.
“Tenía un sentimiento que ahora entiendo, pues me visualizaba en otras carreras y en otras cosas, y no me veía feliz, ahora entiendo que esto es para lo que fui creado, pues me siento feliz y contento siendo sacerdote”, mencionó.
Relató que aunque es un camino largo el ser sacerdote, le impulsa el testimonio de Jesucristo para seguir día a día para servir a las personas.
La música
El Padre Mauro, además de dar misa, tiene una actividad que le gusta mucho, la cual es cantar.
Relata que desde muy pequeño tenía la ilusión de cantar y pidió se le integrara en el coro de la secundaria del seminario, pero no lo aceptaron, entonces desde allí cuenta que comenzó a ensayar.
“Lejos de ser un fracaso fue una oportunidad, me puse a ensayar, aprendí a tocar la guitarra y a cantar, y comencé al ver que lo podía lograr, no soy profesional, pero me gusta la música, y me gusta componer para llevar a las personas a Dios a través de la música”, mencionó.
El sacerdote se irá de esta ciudad aproximadamente en el mes de julio. Aún no sabe el día, pero cuenta que se irá muy agradecido por todo lo que las personas le han brindado en esta ciudad.
Desde que se recibió de sacerdote le tocó estar en esta ciudad, por lo que es su primer experiencia, cuenta que aprendió a querer mucho al Calvario y a la comunidad, por lo que fue una experiencia rica en fe y de amor.
Aunque estará en Cancún, dijo que todo cambio produce cierto dolor, ya que Lagos de Moreno es su primer amor como sacerdote de la Iglesia.
“Lagos de Moreno, es como decimos los sacerdotes, que donde damos misa por primera vez es el primer amor, pero tenemos que continuar sirviendo a otros lugares”, afirmó.
El Padre Mauro ofreció un concierto el pasado viernes en el estacionamiento del Calvario, que mencionó que era para tener un proceso de acercamiento más a Dios. En el concierto se mostraron canciones de su autoría.