Viven piedadenses la fiesta patronal dedicada a la Virgen María Auxiliadora.

Desde temprana hora se entonaron Las Mañanitas a la Virgen a cargo de la comunidad parroquial para posteriormente continuar con un gran festejo a lo largo del día.

En el evento central de esta festividad, la misa concelebrada de la una de la tarde, el vicario episcopal Leopoldo Maldonado habló de la importancia de aumentar la fe, ya que fue una de las virtudes, además de la humildad y confianza de la Virgen María, para ser parte del proyecto de salvación.

Recordó en el mensaje a la feligresía piedadense que esta localidad honra de una manera especial a la Virgen María por haber sido la primera creyente y la primera discípula misionera de la salvación.

Dijo Leopoldo Maldonado que “el amor de una madre es el más grande, puro y generoso que se pueda manifestar”, por lo que hizo extensiva la invitación para agradecer y honrar ese amor de María Auxiliadora.

Exhortó a la comunidad a agradecer la intersección de la Virgen y buscar con ello en cada momento agradar a Dios no solo con palabras si no con obras buenas.

El resto de los festejos trascendió en una nublada pero calurosa tarde, donde la población gustó de saborear antojitos mexicanos, juegos mecánicos para los pequeños y una verbena popular.

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