Para más de uno, clasificarse a la Eurocopa ya es una recompensa que sobra. Sin embargo, muchos van a Francia con cuentas pendientes, desde futbolistas y entrenadores hasta árbitros y dirigentes.
Estos son los retos que afrontan los protagonistas del campeonato europeo de selecciones:
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UEFA
Hay mucho en juego para la organización de la Euro 2016. Los tradicionalistas reaccionaron indignados cuando la UEFA decidió añadir ocho equipos a la competencia para un torneo de 24 selecciones. Pero este es un certamen que siempre ha evolucionado, tomando en cuenta que hasta 1976 solo participaban cuatro equipos.
Una tanda de partidos anodinos durante la primera ronda de Francia podría generar el reclamo de que se revalúe el formato del torneo, especialmente ahora que los cuatro mejores terceros avanzan a una nueva ronda de octavos de final.
Pero las eliminatorias fueron más vibrantes de lo que los detractores de la UEFA habían pronosticado. Un formato confeccionado para permitir que selecciones modestas se clasificasen no dejó de ser riguroso, ya que Holanda —semifinalista en el Mundial de 2014— quedó fuera.
La UEFA podrá echarle la culpa a Michel Platini. La expansión fue idea del hoy suspendido presidente de la UEFA, al tratarse de ganarse el favor de las asociaciones de países pequeños dentro de una confederación con 55 afiliados.
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ARBITROS
Sin que Platini estuviera para entrometerse, una de las primeras medidas avaladas por la UEFA fue la aprobación de la tecnología en la raya de gol, que se estrena en uno de sus torneos.
Pero la UEFA mantuvo en pie el uso de cinco árbitros, con un asistente extra ubicado detrás de cada arco. Como de ellos no dependerá determinar si un balón traspasó la raya de gol, los asistentes deberán demostrar que siguen siendo útiles en el fútbol, con la tarea de señalar infracciones dentro del área chica.
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JUGADORES
La Euro puede ser el escaparate para el mercado de pases. Una actuación brillante podría asegurar transferencias con montos desmesurados y también garantizar aumentos de salarios de los clubes.
Para varios veteranos, es la oportunidad de demostrar que aún pueden destacarse al máximo nivel y finalmente conquistar un título con la selección.
Tal es el caso de Cristiano Ronaldo y Wayne Rooney, ambos sobre los 30 años. Ambos se han establecido como los goleadores históricos en sus respectivos países. Pero anhelan una medalla de campeones.
El último gol de Rooney en una Europa se produjo hace 12 años, y solo anotó un tanto en un Mundial desde entonces.
Mientras Rooney tiene que pelear con tenacidad para ser titular con Inglaterra, Cristiano es el eje de Portugal.
Cuando Cristiano tose, Portugal estornuda. En 13 partidos en tres mundiales, el astro del Real Madrid apenas suma tres goles. Luego de otra ardua temporada con Real Madrid, como fue evidente en la final de la Liga de Campeones, Cristiano podría no estar en las condiciones óptimas para cargar a la selección sobre sus hombros.
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TECNICOS
Esta clase de torneo se devora a cualquier entrenador. Muchos no sobrevivirán en sus cargos para dirigir a sus países en las eliminatorias mundialistas. Hay técnicos que son muy resistidos.
Fíjense en Vladimir Petkovic, quien suele recriminar que en Suiza no se le elogia como cree merecer.
Su predecesor, Ottmar Hitzfeld, gozaba de mayor popularidad y un pedigrí más destacado. Además, el alemán recibían un mayor salario y fue más requerido por los patrocinadores.
Eso saca de sus casillas al timonel bosnio-croata, que también se irrita con el persistente debate sobre la identidad de un equipo conformado por jugadores de diverso origen étnico, en particular de la ex Yugoslavia.
Llevar a Suiza a los cuartos de final de una cita de envergadura por primera vez desde 1954 podría cambiar la percepción que los suizos tienen sobre Petkovic.