Por decisión del Arzobispado de Guadalajara, la hostia que el miércoles cambió de color y textura en la parroquia María Madre de la Iglesia fue resguardada.
Al término de la misa, cerca de las 11 de la mañana, fue el vicario general del Arzobispado tapatío, Ramiro Valdez Sánchez, quien dio el mensaje a la comunidad que ya no alcanzó a ingresar al templo para admirar la pieza.
“El señor Arzobispo Cardenal (Francisco Robles) ha indicado que la hostia que tiene algunos rasgos especiales se guarde y no se presente al público, para hacer el estudio necesario para conocer cuál es la realidad; ni se asegura que sea milagro, ni se niega, estamos en proceso de estudio y por lo tanto esta santa hostia que mostró estas señales no se puede poner al público para que se esté mirando”, dijo.
“A la gente se le invita a que adore al Santísimo Sacramento, que siempre está presente en el Sagrario (del templo) o en el lugar donde está expuesto el Santísimo en la custodia, pero de momento el Arzobispado no pronuncia ni si es milagro o no es hasta hacer el debido estudio y la investigación con el peritaje que sea necesario, teológico, técnico, de toda índole con personas bien capacitadas”.
El vicario general dijo desconocer cuánto tiempo puede llevar el proceso de estudio.
En esa misa también estuvo presente el Obispo Francisco González González, quien acudió el miércoles a la iglesia ante el llamado del párroco, el padre José Dolores Castellanos Tapia, conocido por sus feligreses como el padre Lolo, para presenciar lo que en ese momento consideraron un milagro.
Revelación del padre Lolo
Antes de entrar a misa la mañana de este jueves, el párroco José Dolores Castellanos contó brevemente sobre los hechos.
“Estábamos reunidos como a eso de las 3 de la tarde, ayer 24; todas las personas vienen a adorar a Cristo Jesús a todas horas, especialmente a las 3 de la tarde, y al abrir el Sagrario donde está expuesto el Santísimo, nos dimos cuenta que estaba sangrando, pero tenía que ser a las 3 de la tarde, según una indicación que se me dio”, relató.
“Este suceso comenzó desde las 12 del mediodía en una oración personal, donde providencialmente se me indicó qué iba a suceder y cómo tenía que hacerlo, que trajera la eucaristía, el Santísimo, que pusiera la eucaristía y que iba a ser un día muy grande, para que todos los 24 de julio se transmitiera este gran acontecimiento de Dios”.
Explicó que según el mensaje que recibió debía convocar a las personas para que recibieran muchas bendiciones. Y dijo que con esta experiencia reafirma su creencia de ser un servidor del Señor y que espera que la Iglesia determine lo que sucederá.
Admitió que la parroquia no estaba preparada para este acontecimiento y por eso fue que ayer hubo desorganización para que la gente ingresara al templo.
Luego de estas declaraciones, al padre Lolo ya no se le permitió dar más entrevistas.
A las 12 del mediodía inició otra misa, ya sin la exposición de la hostia, debido a las indicaciones del Arzobispo Francisco Robles, de no exhibirla hasta que haya pasado por los estudios correspondientes para determinar si se trata o no de un milagro.

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