Afirman que es un noble oficio que es fácil de aprender, pero que sin embargo ahora surgen nuevas tecnologías que desplazan la forma manual de reparar el calzado.
La familia Zavala Velázquez, que por generaciones han practicado este oficio, afirma que se han mantenido gracias a la población que decide rescatar un par de calzado, antes de adquirir uno nuevo.
Oficio de generaciones
El joven Manuel Zavala relató, mientras trabajaba reparando un par de tenis, que su abuelo paterno Rogelio Velázquez “El Montaña”, inició en el negocio hace muchos años y más tarde lo trasmitió a su señor padre Salvador Zavala.
De esta manera, el oficio ha trascendido por generaciones y continúan trabajando en el taller denominado Reparación de Calzado “El Santuario”, donde con unos sencillos pasos dan vida al viejo calzado de piedadenses y de la población de toda la región.
Desplaza tecnología
Comentó el entrevistado que cada vez surge tecnología innovadora que desplaza la mano de obra, no obstante, agregó, que siempre será única la manera especial y la forma manual de darle vida de nuevo a un par de calzado.
“Se extinguen los trabajadores de este oficio y llegan modernas tecnologías que acaban con él”.
Calzado chino
Igualmente habló de como el calzado chino ha invadido el país, sin embargo, aseguró que son zapatos que carecen de calidad y durarán una sola puesta, a diferencia del mexicano que está hecho para un tiempo más largo.
Expresó que se dan cuenta también cómo el calzado americano aparentemente es de buena calidad, sin embargo, muy pronto fallan de las suelas ya que están adaptados para otro tipo de clima de aquel país y aquí no son la mejor opción.
Reparan todo lo de piel
Señaló que en su taller realizan todo tipo de trabajos como reparar calzado (poner tapas, arreglar la pintura y poner suelas nuevas), así como bolsas, cinturones, calzado ortopédico y todo lo que tenga que ver con piel.
Dijo sentirse orgulloso de su trabajo y si a sus hijos les gusta, también buscará la manera de que lo combinen con su preparación profesional.