El Papa Francisco se encontró el sábado en la moderna Catedral Metropolitana de Río de Janeiro con un millar de obispos de las Américas, a quienes mandó a salir de las parroquias y tener coraje para de difundir el Evangelio.
Francisco se vio eufórico al ingresar al enorme templo de forma cónica, con sus paredes internas cubiertas de vitrales, al ser rodeado por prelados y seminaristas que lo abrazaban y tomaban fotos para conmemorar su presencia, en el penúltimo día de la Jornada Mundial de la Juventud, en Brasil.
Al pedirles tener coraje para llevar el Evangelio a los jóvenes, Francisco instruyó a los prelados a educar a los jóvenes “a salir, a ponerse en marcha, a ser callejeros de la fe”.
Así como el jueves llamó a los jóvenes a escuchar a los viejos, el sábado llamó a los obispos a escuchar a los jóvenes. “Sepamos perder el tiempo con ellos”, les dijo.
El pontífice llegó a la Catedral en el carro abierto, similar al “papamóvil” y que utiliza desde el inicio de su visita el lunes. Aunque había menos gente apostada a la orilla de las calles del centro de Río en la fría y lluviosa mañana de sábado. Como en ocasiones anteriores, sus agentes le acercaron niños pequeños para que él los besara a lo largo del recorrido.
“No podemos permanecer encerrados en la parroquia, en nuestras comunidades, cuando hay tanta gente esperando el evangelio”, le dijo a los religiosos, un mensaje que se ha convertido en un mantra de su papado.
Desde su elección como jefe del catolicismo mundial, en marzo, el argentino Jorge Mario Bergoglio ha insistido en que la iglesia tiene que salir a encontrarse con las personas.
El jueves, en un encuentro con peregrinos de su país, Francisco pidió a los jóvenes “hacer lío”, una expresión coloquial que utilizó para pedirle a los fieles sacudir a la iglesia y llevarla a las calles.
“No es un simple abrir la puerta para acoger, sino salir por ella para buscar y encontrar. Pensemos con decisión en la pastoral desde la periferia, comenzando por los que están más alejados, los que no suelen frecuentar la parroquia. También ellos están invitados a la mesa del Señor. En el cruce de los caminos andá a buscarlos”, manifestó el Papa.
Francisco tenía previsto reunirse el sábado con representantes de la clase dirigente de Brasil, incluyendo un diplomático por cada uno de los cinco continentes, y posteriormente almorzaría con cardenales brasileños y obispos de los países americanos.
Algunas protestas eran previstas fuera del teatro municipal en donde el Pontífice tiene programado reunirse con líderes políticos y empresariales.
Brasil estuvo plagado de protestas antigubernamentales desde mediados de junio, cuando una brutal reacción de la policía hacia los reclamos contra un alza de 10 centavos en las tarifas del transporte público desato una masiva respuesta de enojo y frustración con el sistema político, ampliamente considerado corrupto e indiferente.
Los líderes políticos como el gobernador del estado de Río, Sergio Cabral, y el alcalde Eduardo Paes, junto los empresarios de la ciudad costera, han sido blancos directos de las protestas en Río en las que se ha registrado batallas en las que los manifestantes lanzaron cocteles Molotov y la policía les disparaba de regreso con balas de goma, bombas de ruido y gas lacrimógeno.
Una pequeña protesta ocurrió el viernes en la noche en Copacabana justo antes de que el Papa dejara el escenario donde observó las estaciones de la procesión del Vía Crucis. Algunas protestas más pequeñas han sido convocadas en Copacabana, incluida una marcha para protestar contra la violencia de género.
Obispos jóvenes deben ser callejeros de fe: Papa
El monarca de la iglesia católica se reunió con un millar de obispos de las Américas.