Estudiantes crean autos eléctricos

Estudiantes de carreras como Mecánica, Mecatrónica y Electrónica participaron en el “Electratón”, una competencia de prototipos de automóviles eléctricos organizada por la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Del estado de Guanajuato participaron la Universidad Iberoamericana de León (UIA) y la Universidad de Guanajuato (UG), además de otros cinco equipos de todo el país.
Los estudiantes coinciden en que este tipo de concursos ayudan al desarrollo del sector automotriz, pues los jóvenes se involucran más y consiguen a base de experiencia, innovar en la construcción de un auto.
“Creo que Guanajuato está teniendo mucho desarrollo en la parte automotriz, mucha inversión extranjera y es una buena oportunidad para que los alumnos vayan empezando”.
“Vean de qué se trata y vayan innovando porque son coches eléctricos, es algo diferente y que no hay ninguna otra competencia similar en México”, dijo José Manuel Carbajal López, capitán de la escudería Lobos de la Universidad Iberoamericana León.
Su equipo compite por segunda ocasión; seis estudiantes de entre 21 y 24 años armaron un automóvil eléctrico durante 9 meses. Tardaron seis en diseñarlo y otros tres meses en construirlo, mismo que tiene un costo de alrededor de 65 mil pesos.
Implementaron un sistema que simula el nitro en los coches de gasolina, instalaron un botón en el volante que el piloto puede presionar y que da tres veces más potencia al automóvil de lo normal durante cinco segundos, después otro sistema lo enfría por 15 segundos para que pueda volver a ser utilizado.
Para competir en eventos de este tipo los alumnos son financiados en parte por su universidad, pero además buscan patrocinios.
Otro de los concursantes es el automóvil “Electro Rocinante” de la Universidad de Guanajuato, en el que 22 alumnos de entre 18 y 25 años trabajaron durante tres meses para construirlo.
Luis Antonio Vázquez Arévalo, miembro del equipo del campus Salamanca, dijo que es la primera vez que compiten en “Electratón”, situación que considera los vuelve más competitivos.
“Adquirimos experiencia, el conocimiento teórico que nos dan en la escuela lo llevamos a la práctica y nos damos cuenta de la realidad de las cosas; de cómo se manejan, cómo se construyen y qué más podemos elaborar, nos abre un aspecto más amplio”, comentó.
El dinero para competir es financiado por los mismos competidores y también por parte de la universidad, pues para participar en el campeonato pagaron una inscripción de 5 mil 600 pesos por vehículo.