Adquirir una propiedad no es un tema que se tome a la ligera, pues para ello se invierte tiempo, esfuerzo, pero sobre todo mucho dinero, ya que representará el patrimonio para ti y tu familia.
Antes de tomar la decisión final, te invitamos a conocer algunos aspectos que debes valorar para que tu compra sea exitosa.
El estado de la propiedad: No importa que sea una vivienda nueva o usada, es importante que revises antes cualquier detalle que pueda haber en el inmueble, ya sea la estructura, instalación eléctrica, drenaje, gas, si tiene alguna fuga, el estado de los acabados, instalación sanitaria, piso, etc.
Si trata de una vivienda usada pregunta sobre las remodelaciones que se han realizado para encontrar anomalías que hayan tenido que ser subsanadas.
Propietario: Antes de realizar la compra debes cerciorarte de que quien te la esté vendiendo sea el propietario o cuente con el permiso para hacerlo.
Situación legal: Es muy importante que investigues si la propiedad tiene algún gravamen, orden judicial o cualquier otra cosa que impida su venta.
Te recomendamos que revises la colindancia, los metros cuadrados y otros aspectos técnicos de la propiedad como el uso de suelo.
Además te invitamos a acudir al Registro de la Propiedad para comprar con la seguridad jurídica que todo esté en regla.
Adeudos: Debes revisar que no exista algún adeudo en el pago de impuestos, servicios o con cuotas de mantenimiento con la administración del condominio o algún otro tipo de cuotas del vecindario.
Gastos derivados: Antes de realizar la compra ten en cuenta todos los gastos derivados como el pago de notarios para la escrituración, de impuestos, así como las futuras adecuaciones que le tengas que hacer al inmueble y los gastos de mudanza.
Garantías: En caso que el inmueble forme parte de los vendidos por desarrolladores, éste cuenta con un período de garantía para algunas instalaciones como calentadores, puertas, ventanas, etc.
Te invitamos a investigación en qué casos aplican y cómo solicitarlas.
Otros aspectos que debes considerar es el ahorro que tienes para dar el enganche, tu presupuesto, información sobre el crédito hipotecario (en caso de haber solicitado uno), el tipo de propiedad que quieres, la zona, las características, la seguridad que tienes en tu empleo y si la compra no se contrapone con otros proyectos que tengas en puerta.
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