Más de una decena de explosiones, en su mayoría de autos bomba, destrozaron ayer mercados, estacionamientos y un café en Iraq, lo que dejó al menos 58 muertos.
Con los fallecimientos de ayer aumentó a casi 700 la cantidad de víctimas en julio.
Los atentados, 18 en total, forman parte de una ola de violencia que ha asolado el país desde abril, con más de 3 mil muertos y el empeoramiento de lo que ya eran relaciones tensas entre la minoría suní y el Gobierno chií del país.
La envergadura y el ritmo de la violencia, no vistas desde los días más oscuros de la insurgencia, han alentado temores de un regreso al derramamiento de sangre sectario a gran escala que llevó a Irak al borde de la guerra civil después de la invasión liderada por EU en 2003.
Cuando faltan dos días para que acabe julio, la cifra de muertos este mes asciende a 680, según un conteo de The Associated Press. La mayoría perecieron durante el mes sagrado del Ramadán, que comenzó el 10 de julio, lo que lo convierte en el más sangriento en el país desde 2007.
“Irak sangra por la violencia al azar, que tristemente llegó a niveles récord durante el mes sagrado del Ramadán”, dijo el enviado interino de la ONU en el país, Guiorgui Busztin. Consideró que la matanza pudiera llevar al país “de regreso a los enfrentamientos sectarios” y pidió medidas inmediatas y decisivas para detener el “derramamiento de sangre sin sentido”.
Nadie se adjudicó de inmediato la responsabilidad de los ataques, pero el Ministerio del Interior culpó a la rama iraquí de al-Qaida y acusó al grupo de tratar de profundizar la brecha entre suníes y chiíes.
Sangra Iraq con 58 muertos en ataques
Más de una decena de explosiones, en su mayoría de autos bomba, destrozaron ayer mercados, estacionamientos y un café en Iraq.