El campeón América llegó silente a León. La pérdida de uno de sus últimos estandartes, Christian Benítez, ha calado hondo en la mente de jugadores, directivos y aficionados americanistas.
En medio de la tristeza que guarda este difícil momento, le toca a las Águilas estrenar su corona en el Estadio León.
Los “Cremas” entrenaron por la mañana en las instalaciones de Coapa, antes de tomar el vuelo privado que los trasladó desde la Ciudad de México hasta el Bajío, a donde arribaron al rededor de las 3 de la tarde.
El autobús privado entró hasta la pista, acompañado de cuatro patrullas de la Policía federal, con cinco elementos cada una.
Esta vez no había una porra tocando tambores, sólo había algunos cuantos aficionados, la mayoría provenientes de las colonias cercanas al Aeropuerto, quienes colgados de algunos postes se asomaban a la pista, para ver a sus ídolos, pero todo fue en vano. Sin romper el silencio, el autobús salió a toda prisa rumbo al hotel sede y el grito de “¡Vamos América!”, se ahogó con desilusión.
Ya en el hotel, otro buen número de aficionados esperaban la llegada de sus ídolos, con banderas, con pancartas y con mucha ilusión. Sin embargo, como sucedió hace un año, las Águilas entraron por la puerta trasera, sin atender a sus seguidores.
La Fiera prepara su fiesta hoy con un estadio que pinta para vestirse de verde, gracias a los Fierabonos y las contraseñas. Pero si algo ha demostrado el campeón América es que sabe reponerse a las adversidades y que el recuerdo de Benítez, puede ser un factor que los haga luchar con mayor convicción por sacar el triunfo en el Estadio León.
Llega silente el campeón
Las Águilas llegaron a Guanajuato para enfrentarse mañana con la Fiera en el Nou camp.