“Un campeón nunca se va”. El recuerdo de Christian “Chucho” Benítez estuvo muy presente en el Estadio Nou Camp de León, pues el legado que dejó el ecuatoriano fue más fuerte que una rivalidad antiamericanista como la que se ve en muchas canchas del País.
Así, la imagen de “Chucho” unió a propios y extraños, primero con aplausos y con un “bravo Chucho” que salió del ronco pecho de un americanista que se plantó en solitario en la puerta siete para apoyar a los suyos.
Después, con la réplica de los leoneses, quienes no se mantuvieron ajenos al sentimiento que la plantilla águila, con ese dolor que se les vio desde su salida al calentamiento, con una pancarta de agradecimiento que acentuó el herido orgullo americanista y el luto con una desvanecida imagen el fallecido jugador.
La Fiera no olvidó lo cortés. Rafa Márquez tomó la iniciativa, se fundió en un abrazo fraternal con Aquivaldo Mosquera y el gesto fue seguido por el resto de los jugadores que terminaron unidos en el centro del campo.
El aplauso se generalizó. Fue menos de un minuto, pero suficiente para rememorar muchos momentos, que incluso a Miguel Layún le soltaron las lágrimas, mismas que a la postre secó con un gol dedicado a la imagen, el festejo más popular de “Chucho”, hincado y agradeciendo al cielo.
EL DATO
Sin pasillo
Aunque la directiva esmeralda pretendía rendirle un sencillo reconocimiento a los americanistas por el título del torneo anterior, la Federación Mexicana de Futbol lo impidió al exigir que se cumpliera el protocolo de la Liga MX, con el himno del circuito antes del juego y el juramento deportivo.