La percepción de frescura se obtiene al observar los ambientes de una vivienda. Y es que la mezcla de tonalidades vibrantes le proporciona fuerza expresiva y enriquece su plástica.
Esta propuesta de interiorismo fue realizada por creativos de la firma calleveinte.
“La idea era hacer un concepto que mostrara un ambiente muy fresco, abierto y libre”, señaló Nydia Rosa Molina, directora comercial de calleveinte. “Para transmitir esas sensaciones, empleamos colores acqua, verde limón y crudo”.
De esta manera, la presencia protagónica de las tonalidades acqua y verde resulta un hilo conductor en el lenguaje interior de la casa. Muros, muebles y accesorios forman parte de esta expresión colorida.
No obstante, la neutralidad del matiz crudo resultó fundamental para encontrar un adecuado equilibrio visual y evitar la saturación. Esa sensación se reforzó gracias al uso de otros acabados neutros, como cemento pulido y cristal, que puede observarse en los ventanales que filtran la luz natural y contribuyen a la sensación de amplitud.
Alimenta los sentidos
Si bien el color resultó una poderosa herramienta en la decoración, otros elementos de diseño se sumaron para dar un atractivo resultado. Fue el caso de algunos accesorios como macetas, plantas y lámparas que dan un toque contemporáneo.
“Utilizamos candiles, lámparas de mesa y de piso fabricadas con telas de acuerdo a la tonalidad de cada área. Asimismo, las texturas fueron un elemento determinante para lograr las sensaciones de frescura y libertad que buscábamos en el proyecto”, precisó.
Por ello, otros elementos como tapetes, tapices, juegos de cama y cojines fueron parte fundamental para detallar las atmósferas.
Adicionalmente a la propuesta de diseño, se usaron muebles de líneas sencillas y contemporáneas en los que prevalecen materiales como mimbre y maderas de nogal y encino.
Se utilizaron también repisas empotradas que aportan una apariencia escultórica y piezas lúdicas, como un revistero con sofisticados trazos curvos.
Balance visual
Emplear color en los espacios es una medida útil para enriquecer los ambientes. No obstante, es importante mantener un equilibrio cromático.
Por ello, en una recámara se usaron detalles en color acqua, como las fundas de las almohadas y sólo se pintó un muro con esta tonalidad. El paredón contiguo, el techo y el piso se mantuvieron en colores claros y neutros.
Asimismo, se crearon atractivos contrastes con los sillones, un cuadro y el mueble de la cama, mediante los cuales se logró un balance adecuado.