Renée Zellweger no necesita tener hijos para ser feliz.
Así lo asegura la protagonista de “Bridget Jones”, de 47 años, que se encuentra en plena promoción de la última entrega de la comedia romántica.
“Nunca he meditado tanto acerca de mi vida y las cosas que requiero para ser feliz”, dijo la actriz, pero siempre ha tenido muy claro que convertirse en madre no es una prioridad en su vida: “No necesito tener hijos para ser feliz”.
La rubia, que desde que reapareciera en octubre de 2014 con un rostro completamente diferente ha sido blanco de fuertes críticas por su cambio de aspecto, aprovechó el papel de Bridget Jones para explicar porque la admira tanto.
“Ella lo hace todo para ser lo más humana que pueda en tiempos donde existe una gran presión social por ser de determinada manera, por verse de determinada manera. Y ella reta de cierta manera todo eso”, aseguró.
En los últimos meses Zellweger ha aprovechado la promoción de su más reciente película para zanjar las críticas por sus continuos retoques estéticos. En una carta abierta publicada a principios de agosto en ‘Huffington Post’, titulada ‘Lo podemos hacer mejor’, la estrella de Hollywood criticó a los medios por convertir en noticia sus elecciones respecto a su físico y lamentó que la sociedad hablara tanto acerca del cuerpo de las mujeres. “No es que le importe a nadie, pero decidí cambiar mi cara y operarme los ojos. Este hecho no es relevante para nadie, pero que la mera posibilidad fuera discutida por los periodistas serios y se convirtiera en tema de conversación generalizada es una desconcertante ilustración de la confusión entre noticias/entretenimiento y la fijación social por lo físico”.