“Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”. Papa Francisco

Acabamos de regresar de la I Reunión Regional de Coinversión Social de Indesol que se realizó en la ciudad de Querétaro. Ahí han hecho mucho énfasis en la necesidad de la participación ciudadana como un elemento necesario para el desarrollo del país. Es más, como la verdadera forma de legitimar cualquier acción de gobierno y democracia. Esto es ya política pública.

Sabemos muy bien que respecto a ese tema aún andamos muy retrasados en el Estado de Guanajuato y que requerimos apoyar todo esfuerzo para quitarnos esa apatía y pereza y así poder ejercer nuestros derechos de ciudadanía: ser de verdad mandantes con consciencia.

También se platicó mucho sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que son las semillas necesarias para poder lograr un mundo en paz. Quiero traer a mención el objetivo número 6 que tiene que ver con el agua limpia y saneamiento, el 7 con energía asequible y no contaminante, 11 ciudades y comunidades sostenibles, 13 de acción por el clima, 14 vida submarina, 15 vida de ecosistemas terrestres; se subraya con estos objetivos dentro de los 17, de la importancia que tiene el cuidado de la ecología, aunque muchos humanos no lo creamos.

Esto me hace pensar en la Primer Encíclica, del ya citado Papa Francisco, señalando el desafío urgente de proteger nuestra casa común e incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.

“El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. Deseo reconocer, dice el Papa, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos”.

Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos (as), porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva.

En la historia de los pueblos desde la más remota antigüedad, han podido destacarse acciones de suma heroicidad realizadas por mujeres; pero la formación de una casta de guerreras con verdadera vocación de combatientes la hayamos en los relatos mitológicos como de las amazonas y las mujeres celtas, sin embargo este tipo de mujeres luchadoras también llegan a nuestros días.

Toda persona merece nuestro respeto, sin embargo me llena de admiración cuando encuentro a una persona congruente con sus pensamientos y que está dispuesta a realizar acciones que son casi heroicas, es por ello que quiero hacer mención de mujeres valientes que se atreven a defender sus convicciones con su presencia (pocas personas hay que tengan esta valentía), son ejemplos de participación ciudadana de verdad y no sólo de apariencia, es por ello que me siento molesto cuando se minimiza la labor o se confunde el ser defensor (a) de derechos humanos, con ser asalariados de ideologías partidistas, no se vale echar lodo a la fuerza de su integridad; sí hay personas de una sola pieza. Saludos a Lety y Paulina, entre otras mujeres guerreras mágicas. Gracias por tener una accionar que nos beneficia a todos (as) porque el calentamiento nos afecta a la totalidad y la generación de oxígeno también es una riqueza que requerimos todos (as).

Ojalá cada día podamos expresar más libremente nuestras ideas y convicciones y no dejar que la vida pase sin que hagamos compromiso para vivir mejor. Es el ejemplo de mujeres guerreras.

 

¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!

 

[email protected]

“Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”. Papa Francisco

Acabamos de regresar de la I Reunión Regional de Coinversión Social de Indesol que se realizó en la ciudad de Querétaro. Ahí han hecho mucho énfasis en la necesidad de la participación ciudadana como un elemento necesario para el desarrollo del país. Es más, como la verdadera forma de legitimar cualquier acción de gobierno y democracia. Esto es ya política pública.

Sabemos muy bien que respecto a ese tema aún andamos muy retrasados en el Estado de Guanajuato y que requerimos apoyar todo esfuerzo para quitarnos esa apatía y pereza y así poder ejercer nuestros derechos de ciudadanía: ser de verdad mandantes con consciencia.

También se platicó mucho sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que son las semillas necesarias para poder lograr un mundo en paz. Quiero traer a mención el objetivo número 6 que tiene que ver con el agua limpia y saneamiento, el 7 con energía asequible y no contaminante, 11 ciudades y comunidades sostenibles, 13 de acción por el clima, 14 vida submarina, 15 vida de ecosistemas terrestres; se subraya con estos objetivos dentro de los 17, de la importancia que tiene el cuidado de la ecología, aunque muchos humanos no lo creamos.

Esto me hace pensar en la Primer Encíclica, del ya citado Papa Francisco, señalando el desafío urgente de proteger nuestra casa común e incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.

“El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. Deseo reconocer, dice el Papa, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos”.

Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos (as), porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva.

En la historia de los pueblos desde la más remota antigüedad, han podido destacarse acciones de suma heroicidad realizadas por mujeres; pero la formación de una casta de guerreras con verdadera vocación de combatientes la hayamos en los relatos mitológicos como de las amazonas y las mujeres celtas, sin embargo este tipo de mujeres luchadoras también llegan a nuestros días.

Toda persona merece nuestro respeto, sin embargo me llena de admiración cuando encuentro a una persona congruente con sus pensamientos y que está dispuesta a realizar acciones que son casi heroicas, es por ello que quiero hacer mención de mujeres valientes que se atreven a defender sus convicciones con su presencia (pocas personas hay que tengan esta valentía), son ejemplos de participación ciudadana de verdad y no sólo de apariencia, es por ello que me siento molesto cuando se minimiza la labor o se confunde el ser defensor (a) de derechos humanos, con ser asalariados de ideologías partidistas, no se vale echar lodo a la fuerza de su integridad; sí hay personas de una sola pieza. Saludos a Lety y Paulina, entre otras mujeres guerreras mágicas. Gracias por tener una accionar que nos beneficia a todos (as) porque el calentamiento nos afecta a la totalidad y la generación de oxígeno también es una riqueza que requerimos todos (as).

Ojalá cada día podamos expresar más libremente nuestras ideas y convicciones y no dejar que la vida pase sin que hagamos compromiso para vivir mejor. Es el ejemplo de mujeres guerreras.

 

¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!

 

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