Cuando visites la Angustina, y para que la experiencia sea más completa, puedes pedir previo a tu visita realizar un pequeño rally de cuatro estaciones dentro del lugar para que de mesa en mesa conozcas el sabor del mezcal.

1. La presentación

Si no has tomado mezcal o simplemente prefieres los tragos dulces debes probar los distintos cocteles de mezcal de la casa, puedes elegir entre el coctel Cachondo que lleva mezcal, vino tinto fresa y granadina o el Manila que tiene mango, vino blanco y hierbabuena.

Aunque si prefieres las margaritas debes probar la Mezcalina, preparada con tamarindo y licor de naranja.

 

2. Conociendo el agave

Pata de quich, tobalán, coyote, tepeztate, berraco, jabalí  y cupriata son distintos tipos de agaves y mezcales de distinta graduación, entre 42 y 48°, así que si lo que deseas es aprender a conocer las variaciones y sabores de esta bebida, nada como hacerlo con un maridaje de frutas de temporada, sales con sabor a cilantro, jamaica, canela o jengibre o incluso con un menú de degustación.

 

3.  Preparando tu propio abocado

Un abocado es un mezcal joven al que se le ha agregado un saborizante o colorante para suavizar su sabor, y en Angustina puedes preparar el tuyo con cítricos, hierbas como romero, tomillo o chile ancho o si deseas  dar un toque más bien dulce puedes utilizar frutos secos.

Una vez que termines deberás sellarlo con cera de abeja y dejarlo reposar 45 días para que adquiera esos matices de sabor. Una vez listo tú decides si lo compartes o lo dejas todo para ti.

 

4. Celebrando el amor con una avispa solitaria

Si visitas este lugar debes preguntar por el mezcal de la abeja solitaria pues según las leyendas guerrerenses hay un ritual mezcalero para conservar el amor. El proceso es sencillo: debes pelar una naranja logrando que la cáscara forme una línea delgada, esto mientras mantienes en tu mente el más bello recuerdo que tengas de la persona a quien amas, luego debes rodear tu cuello con la cáscara y para sellar el deseo de una vida juntos debes tomar un shot de este curioso mezcal preparado en Amojileca.

Dónde alegrar las penas

Embriagadora y deliciosa así es la esencia de Angustina una mujer de “cintura angosta y ardiente carne trigueña” que escapó de los versos de Rubén Mora para convertirse en un lugar que recibe a quien lo visita con los brazos abiertos y una botella de mezcal.

En este lugar las penas se alegran, los amores se olvidan y los recuerdos nacen dejando en los labios de los comensales el sabor cargado del agave pues cada platillo y bebida que conforma la carta incluyen en su preparación este ingrediente.

Hace casi 3 años los hermanos Felipe y Antonio Meneses crearon este lugar. 

“Queríamos algo que representara la fiesta guerrerense, las tradiciones y las siete regiones del estado, entonces encontramos el Día de Muertos, una celebración que comparten todas y así nació La Katrina que tiempo después se convirtió en Angustina Mezcalería y cocina”.

En este sitio las penas, las alegrías y las emociones caben en una botella de 750 mililitros de mezcal joven, mismo que es preparado en Mazatlán, Guerrero y que es la base tanto para la coctelería como para la exquisita cocina de autor que prepara el chef Felipe Meneses.

“Todas las recetas de la carta llevan mezcal, desde las salsas y aderezos hasta los platillos de cada temporada porque la carta siempre es diferente, siempre utilizamos los ingredientes de temporada y por supuesto pescado fresco”.

Los jueves en Angustina son de salsa, de cantar y bailar hasta no poder más, hasta que las tensiones se desvanezcan y las penas se olviden porque como dicen las paredes de este lugar ubicado en el centro de Zihuatanejo: “entre enamorarme y tomar mezcal prefiero lo último, se siente igual”.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *