A esta ciudad regresan los operativos viales, sin embargo, la mayoría de las personas se quejan de que la ley no se aplica de forma imparcial, pues algunos agentes de la Policía Estatal Preventiva, así como de Tránsito del Estado o municipales se prestan a ser corrompidos para no levantar multas, además de que no infraccionan a sus amigos o políticos que infringen el reglamento.
“Los elementos de tránsito no trabajan como debieran, ya que en varias ocasiones se les ha visto pidiendo mordida (dinero) frente a la terminal de camiones; otros gendarmes ponen trampas a los conductores en los semáforos y al momento de querer infraccionarlos les quitan las llaves de los automotores, siendo prepotentes con los tripulantes”, expresó un automovilista.

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