Si es padre de familia y no sabe qué hacer con sus hijos, aproveche las  bellezas naturales y los Pueblos Mágicos del país y conozca esos atractivos rincones.

Real del Monte, Hidalgo

En este Pueblo Mágico -oficialmente llamado Mineral del Monte, aunque más conocido como Real del Monte- los pequeños viajeros hallan un sinfín de leyendas en torno a la tradición minera de la población. Tentador es pasear por el Museo de Sitio Mina de Acosta o el Panteón Inglés. Hay que comprar los clásicos soldaditos de plomo y probar los pastes, herencia del almuerzo de los mineros ingleses que llegaron aquí en el Siglo XIX.

Zacatlán de las Manzanas, Puebla

Es difícil hallar a un niño que no caiga rendido ante una jugosa manzana, y qué mejor que irse a surtir con una buena dotación a la población donde este fruto es ícono. En pleno corazón de la Sierra Norte poblana, en este destino llama la atención la arquitectura de su Centro Histórico, el Museo de la Relojería y una rica gastronomía protagonizada por la manzana. Destacan el cerdo en adobo (de manzana), los pays y las sidras. Es obligado visitar el cercano Valle de las Piedras Encimadas.

Tequisquiapan, Querétaro

A los pequeños más curiosos, quizá convenga llevarlos hasta el mismísimo sitio donde una placa señala a Tequisquiapan como centro geográfico de México, según un decreto de Venustiano Carranza de 1917. Además de andar por su pintoresca Plaza Central y probar el famoso pan de queso, vale la pena dar un paseo a bordo de un globo aerostático para admirar el área que rodea a este Pueblo Mágico.

Ixtapan de la Sal, Estado de México

La adrenalina de los toboganes, el chapoteo en la alberca de olas y el divertimento en el barco pirata del Parque Acuático Ixtapan, son tan sólo algunos de los atractivos que Ixtapan de la Sal ofrece a los pequeños. Este pueblito del Estado de México también atrae por sus aguas termales, por los esquites y dulces de pepita que se venden en su Plaza Central y porque al calor de su templado clima se puede pasear en familia a lomo de caballo.

Tepoztlán, Morelos
Qué mejor que realizar una expedición a Tepoztlán y subir el Cerro del Tepozteco. Desde arriba se obtienen grandes panorámicas, y al pasear por este pueblo se puede seguir dando rienda suelta a la cámara fotografiando joyas arquitectónicas como el Ex Convento de Tepoztlán. Nadie se puede marchar sin comprar artesanías y comer cecina, gorditas y tlacoyos de haba o frijol.

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