Alex Rodríguez tiene un día libre para pensar en la “sobrecogedora” recepción que tuvo en su primer partido esta temporada en el Yankee Stadium.
El toletero no estaba en la alineación de los Yankees de Nueva York ayer, unas 13 horas después de poncharse tres veces en cuatro turnos en un triunfo 4-3, en 10 innings, sobre los Tigres de Detroit.
El antesalista, que estuvo toda la temporada recuperándose de una cirugía de cadera, jugó su primer partido en casa desde los desastrosos playoffs de 2012 y desde que apeló una suspensión de 211 partidos por dopaje.
Rodríguez escuchó una mezcla de aplausos y abucheos antes del juego, y muchos fanáticos se pusieron de pie para aplaudir en su primer turno al bate contra Rick Porcello. Pero esos vítores se transformaron en abucheos cuando abanicó.
Rodríguez se fue del parque el viernes sin hablar con la prensa, pero estaba sonriente y de buen humor frente a su casillero antes del partido de ayer.
“Tuve algunos problemas para mantener mis emociones bajo control”, relató Rodríguez sobre el recibimiento. “Fue mejor de lo que esperaba. Sentí el cariño caminando por la ciudad”.

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