A tres meses de que las fuertes lluvias del pasado 23 de julio derrumbaran su casa Antonia Castro, de 75 años, sigue a la espera de que el Municipio le cumpla la promesa de construirle un cuarto donde vivir.
Los restos de la vivienda de Toñita, como le dicen sus vecinos, están en la calle Toluca del barrio del Coecillo.
Desde hace dos meses una señora le presta su local de suelas para que tenga un lugar donde dormir y protegerse del frío.
“Vendo productos por catálogo y ando todo el día en la calle trabajando, nadie me ayuda, sólo la señora me presta un espacio para dormir”, contó Toñita.
Entre los escombros se puede ver el colchón donde dormía y las puertas que comunicaban a las demás habitaciones lucen obstruidas por montones de adobe. 
“Vinieron tolvas de Protección Civil pero hasta la puerta quitaron y se la llevaron, mis regalos que me daban por vender ‘Avón’, como planchas y relojes, también se lo llevaron; me dejaron sin nada”, expresó entre lágrimas.
Contó que el día del derrumbe ella se encontraba dentro de su casa, pero vecinos que se percataron de lo que sucedía le pidieron que se saliera para evitar que resultara herida.
“Nunca me casé ni tuve hijos, mis hermanos y primos me dijeron que le hiciera como pudiera, que a ellos no los metiera en estas cosas”, añadió.
Vecinos aseguraron que una trabajadora social acudió para informarle a Toñita que por parte del Municipio le construirían un cuarto en el terreno donde estaba su casa.
“Vino una mujer y me dijo que iban a reconstruir el cuarto, pero yo estaba tan afectada que no recuerdo su nombre ni de dónde venía, sólo le dí copias de las escrituras para agilizar todo, pero ya no han regresado”, finalizó.

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