El Rosario Viviente es toda una tradición católica en León que celebra su 62 aniversario y el cual estará dedicado al Año de la Misericordia.
Este evento, que surgió a iniciativa del sacerdote jesuita Roberto Guerra por la devoción que le tenía a la Virgen María, inició el 8 de mayo de 1954, pero por la temporada de lluvias se fue recorriendo hasta octubre.
Este domingo se llevará a cabo a partir de las siete de la noche en el estadio León. El padre Roberto Guerrero, párroco del templo del Señor de la Salud, ubicado en el Barrio Arriba, informó que la entrada será gratuita.
El también organizador del evento hizo un llamado a los fieles católicos a vestir de blanco y a llevar una vela o veladora para iluminar el recinto.
Añadió que el lema para este año es “Misericordiosos como el Padre”, que va acorde con el Año o Jubileo de la Misericordia, que concluirá el próximo domingo 20 de noviembre. 
Para este año se espera la asistencia de por lo menos 20 mil almas en las gradas del estadio y como cada año el evento será encabezado por el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras. 
El padre Guerrero recordó que el Rosario Viviente es un evento 100% leonés que sigue vigente gracias a la fe y devoción de los católicos.

Recuerdan al padre Guerra

Según información proporcionada en el Archivo Histórico Municipal de León (AHML), este evento data de 1954, cuando el padre jesuita Roberto Guerra organizó un espectáculo religioso “sin desmerecer y con el fin de aumentar la fe y piedad de los asistentes, llamándolo Rosario Viviente”.
Incluso escogió como fecha un domingo cercano a la celebración de la festividad de la Santísima Virgen de La Luz.
Inicialmente el Rosario Viviente se realizó en el estadio La Martinica, pero cuando se construyó el estadio León, inaugurado el 4 de febrero de 1967, el evento cambió de sede.
El historiador Jesús Ojeda señala en su libro “León, 500 años de historia” que en las primeras ediciones del Rosario Viviente se “utilizó el sistema de audiovisión para ayudar a los fieles a recitar el Padre Nuestro, las Aves Marías y demás oraciones y jaculatorias (unidades a cánticos marianos) y letanías lauretanas cantadas”.
“Esto para que meditaran y contemplaran cuadros alegóricos sobre cada Misterio del Rosario. Y para ello hay numerosos participantes en vivo”.
A lo largo de los años los Rosarios Vivientes han tenido una dedicatoria especial y un lema. Este año es sobre la misericordia.
También en un principio participaban agrupaciones como los Obreros Guadalupanos y el Seminario Menor, hasta la Dirección de Tránsito Municipal, pero siempre ha sobresalido la participación y dedicación de las Hijas Mínimas, congregación religiosa del Instituto América, que hasta la fecha se ha encargado de la organización de los cuadros escénicos y vestuario.

Participan alumnos del Instituto América

El profesor José Pedro Meza Lara es prácticamente el responsable de que todo salga bien en el Rosario Viviente.
Este año participan en las representaciones de los cuadros escénicos de la Misericordia 110 personas, de las cuales más de la mitad son alumnos de secundaria, preparatoria y licenciatura del Instituto América.
“Al final del Rosario se escenifica el amor de Cristo Misericordioso. Se termina con un cuadro alegórico”, comentó.
Pero hay otro grupo multidisciplinario que pertenece a la parroquia del Señor de la Salud, ubicada en el Barrio Arriba, el cual es dirigido por el maestro Israel Jiménez.
Como cada año la encargada del vestuario de los participantes es Maricruz Ortega Luévano, quien también se encarga de la escenografía en el estadio León.
De manera voluntaria ella ha participado incondicionalmente en la organización del evento desde hace más de dos décadas.
Los ensayos iniciaron desde hace un mes y todo concluirá este domingo.
El profesor José Antonio Muñoz Salcedo es parte fundamental, pues participa en el proceso de selección de los actores para cada personaje y su distribución.
Desde hace años la madre María Eugenia Sánchez Sosa, directora del Instituto América, también trabaja sin descanso en los preparativos de este magno evento, como antes y durante muchos años lo hizo la madre Filomena Luna, su antecesora.
Muñoz señaló que hay una gran expectación por este evento, más cuando se viven momentos de violencia y se desea la paz.
“A los jóvenes les ha conmovido todo el trabajo que se ha venido haciendo y que culmina este domingo”, comentó.
“Abordamos temas como la compasión por el prójimo, de la solidaridad con las demás personas, valores que son muy necesarios en estos momentos de tanta violencia y tanta crueldad a nivel mundial”, finalizó el profesor.

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