La sensualidad de Susana Zavaleta acompañado del dulce olor del vino en el rancho orgánico de Toyan en San Miguel de Allende, llevó a los asistentes a un ambiente casi orgásmico la noche del sábado.
El concierto de la también actriz y cantante, fue celebrado por casi mil 500 personas que aguardaron por escuchar la potente voz de la “Embajadora del Vino Mexicano” como parte de las actividades del primer Festival de las Vendimias 2013.
El frío invitó al público a dejarse cobijar por las notas y calentar sus gargantas con un sorbo de aquella la bebida de los dioses.
Después de las 20:00 horas, la elegante mujer apareció en el escenario ataviada en un diminuto vestido en lentejuela, botas negras y medias de red. Llegó con su peculiar estilo, con frases que sólo ella sabe decir: ¿tienen frío?, vamos a calentarnos con el vino.
Comenzó “Tirana” que marcó el inicio de una casi madrugada donde la complicidad fue el ingrediente principal en aquel lugar al aire libre.
Susana compartió en una velada íntima frases como: “¿para qué probar vino barato, si la vida es muy corta? O peor, mujeres baratas” y la canción “Todavía” siguió en el repertorio.
“Tú me acostumbraste”, “Amanecí otra vez”, “Mundo raro”, fueron de las más cantadas, mientras Zavaleta les dio ánimos a soportar el aire helado.
“Vamos a pegarnos como los pingüinitos, él calienta el huevo, mientras la mujer se va de parranda” –risas-.
El paso por los poemas de Octavio Paz y hasta José Alfredo Jiménez es ya casi una marca que incluye la cantante a sus presentaciones, de esta misma forma siguió con esta dinámica para su presentación.
Siguió “Mundo raro”, “Ojalá que no puedas”, con el que se refrendó que de artistas, locos y poetas todos tenemos un poco.
“Esas lágrimas son pocas”, “Envidia”, “Contigo aprendí”, que fueron como la ‘terapia’ de quienes buscaron sanar heridas del corazón.
“Con terapia todo se puede, también si esperamos un tiempo se sana el corazón, todo se puede”, exclamó.
“¡Te amo Susana Zavaleta!, ¡Cásate conmigo!, ¡Te queremos!”, fueron algunos de los gritos del público, en su mayoría maduro.
Las chispas de lluvia fueron como el plus de la noche, la artista se paseó por el escenario se sentó entre la barrica y la silla de metal que le fue asignada.
“Como una ola”, “Las simples cosas”, “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, La Chancla”, fueron los sellos de la noche. Después de casi una y media la elegante mujer de cabello negro y raíces españolas salió del escenario y ante el grito de ¡otra, otra!, volvió al escenario.
“Llegó el momento de irnos porque no se me vayan a enfermar y me echen la culpa”, expresó.
Con “La Habanera”, Susana despidió a su público, quien abrió el apetito para continuar con una velada que sin duda fue especial.
“Seguramente esta cosecha que será cobijada por la voz de Zavaleta será una de las mejores, porque al vino también hay que cantarle”, dijo Fernando Olivera, secretario de Turismo de Guanajuato.

AL DETALLE
-Susana Zavaleta fue invitada por ser la embajadora del vino en México.
-Degustó tres copas de vino: dos de blanco y un tinto.
-Pidió a sus ‘esclavos’ retirar la barrica que obstruía su vista del público.
-Se acompañó de dos guitarras, percusiones, piano, saxofón y violín.
-El frío de la noche se cobijó con las notas de un show con duración de más de una hora.
-La lluvia cesó de forma repentina.

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