En uno de los relatos del libro del conde Lucanor, un soberbio rey de un país imaginario, es estafado por tres pícaros que tejen una tela que sólo puede ser vista por aquellos que han nacido de buena madre. Nadie se atreve a decirle la verdad al monarca hasta que un “negro, palafrenero del rey”, lo saca de su engaño: “os digo que yo soy ciego o vos vais desnudo.”, le grita. Esta vieja historia, escrita en el más rancio castellano hacia 1335, quizás nos sea más familiar en la versión de Hans Christian Andersen, quien la reelabora y publica en 1837 bajo el título de El rey desnudo. Quizás por haberse escrito en la lejana Dinamarca, en esa nueva historia el desengaño no proviene de un descastado sino de un niño indiscreto. El dicho popular sostiene que se puede engañar con facilidad a los niños, pero los adultos pueden ser presa muy fácil de la boca infantil.

Esta semana le tocó al flamante Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer. Cuando parecía relegar al olvido atrás el fantasma de la sección 22, y los desmanes en Nochixtlán, Andrea, una niña de ocho años lo balconea por su descuidada dicción. “No se dice ler, se dice leer”, se escucha claramente en el video que acumula varios millones de visitantes en internet. No comentaré la saña de muchos comentarios posteriores en las redes, ni la aclaración no pedida de la Secretaría de Educación que desmiente las sanciones que algunos medios dijeron había recibido la pequeña. Tampoco ahondaré en comentarios posteriores de Andrea a los medios comentando lo mal que le cae el slogan del informe de gobierno (ya saben, “lo bueno casi no se cuenta”), o la preocupación que siente al ser presidida por personas que no se esmeran en hablar bien (en gobernar bien tampoco, pero eso no lo comenta). No.

Estamos de plácemes en Irapuato, eso hay que comentarlo y celebrarlo: por si no lo sabían se abrirá en un corto plazo una nueva librería del Fondo de Cultura Económica. Sí, aquí, en nuestra ciudad. Antes de que nuestros gobernantes y/o políticos locales intenten colgarse la medalla por este mérito, del cual muy poco o ninguno les corresponde, considero importante aclarar que este nuevo proyecto se localizará en el Centro Regional de las Artes, CREA ubicado en la zona de restaurantes de la avenida Guerrero. El CREA es un proyecto de más de 10.000 metros cuadrados de construcción que viene trabajando desde inicios de este año de la mano del Dr. Vidal Berrones con capital 100% privado. Dispone de un estacionamiento subterráneo para 60 vehículos, un foro con capacidad para unas 300 personas, galería de arte, restaurante y espacios adicionales para escuelas de formación en artes y gastronomía. La terraza tiene una de las mejores vistas de la zona y podrá ser, con el debido acondicionamiento, un lugar privilegiado para eventos.

Celebro que los directivos del Fondo de Cultura hayan tenido la misma visión que los inversionistas del CREA: consideraron que esta zona metropolitana con más de un millón de almas está más que hambrienta de cultura y proyectos artísticos, algo que todavía no ven nuestros gobernantes, aunque viajen a “Medellín, la más educada”. Como ciudadanos debemos aplaudir al CREA por su perseverancia, a pesar de las mareas que han sorteado durante los años de construcción. No es momento para enumerarlas, sino para agradecer su visión y amor Irapuato.

Tras contarles las buenas noticias, debo cerrar esta nota con la misma pregunta que hizo el Secretario Nuño a los niños impertinentes de la Ciudad de México: “¿Ahora si van a ler?”.

 

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