Hablar sobre educación es realmente difícil, pero hablar sobre la educación ideal lo es todavía más. La dificultad no se refiere a la estructura del trabajo, se refiere al concepto, al idealismo que pueda tener una persona sobre algo o alguien, es decir, lo que para uno sería lo correcto, quizá para otro resulte incorrecto, lo que para alguien es ideal, para otro no lo es.
El trabajo docente que se realiza en ambientes urbanos o rurales tiene características muy propias que lo hacen distinto de una ciudad a otra, de una comunidad a otra o de un aula a otra incluso de la misma escuela.
Cada profesor hablara de distintos enfoques sobre la educación ideal, en este artículo, no se tocaran temas de currículo, de política educativa, de sindicatos u organismos educativos, de reformas, protestas y marchas; el interés solo se centra en los alumnos y maestros dentro de sus aulas y de lo poco o mucho que se puede hacer para mejorar la disposición de los alumnos al aprendizaje, es decir, no relego a segundo orden el aprendizaje de contenidos programáticos, estos son la meta y el final del camino del ciclo lectivo, pero para lograrlo necesitamos alumnos que no estén peleando en cualquier momento de la clase, que no aprovechen cualquier oportunidad para robar útiles escolares o dinero, que no utilicen maldiciones en cada una de sus expresiones, que sepan acatar una indicación, que no reten a los profesores o compañeros, que sepan lo importante que es el estudio en sus vidas, es decir que deseen verdaderamente aprender, así también, profesores que quieran y valoren su trabajo, que acepten retos y superen dificultades, que logren mucho con tan poco, es decir que deseen verdaderamente enseñar, con alumnos dispuestos a aprender y reconocer la importancia de la educación en sus vidas.
Entonces: ¿cómo sería la educación ideal?, para llegar a ella no se necesitan grandes instalaciones o costosas colegiaturas, solo se necesita un lugar con alumnos que quieran aprender, y profesores que amen enseñar, ¿no lo cree usted así?
Maestra. Laura Angélica Montero Mejía.
Primer cuatrimestre, Doctorado en Educación. Universidad Continente Americano, Campus Irapuato, Gto.