El obispo de Autlán, Jalisco, ordenó a cinco diáconos que prestarán servicio en Chihuahua, Ciudad de México y León.
Emmanuel Concepción Santos, Claudio Pitero Roldán, Enrique Soto Ramírez, José Braulio Villegas y Juan Macías Loyola fueron ordenados como diáconos transitorios.
Sergio de Jesús Martínez, misionero de la Natividad de María, indicó que un diácono transitorio se refiere a que en un transcurso de seis meses a 3 años se pueden ordenar como sacerdotes.
“El trabajo de un diácono es ayudar dentro de una celebración litúrgica con la proclamación del evangelio, su trabajo principal es estar apoyando al obispo o al sacerdote dentro de una celebración, ellos ya pueden administrar los sacramentos de matrimonio y bautizo”, indicó.
La diferencia entre un diácono y un sacerdote, dijo, es que el primero dio ya el paso de inicio hacia el ordenamiento sacerdotalal, pero no puede confesar y consagrar como los sacerdotes.
“Ellos terminan sus estudios de teología, al terminar hacen sus votos de pobreza, castidad y obediencia, ya no hay un estudio específico sino que será una formación permanente, pero ya para encaminarse al sacerdocio a menos que nuestro superior les indique especializarse en algo ya sea en México o en Roma”, dijo.
Hay también una diferencia entre los diáconos transitorios y los permanentes, pues este último permanece como diácono y puede ser casado o soltero y sus funciones son similares a la de un sacerdote, pero tampoco pueden consagrar ni confesar.

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