El presidente del PRI, Enrique Ochoa, dijo ayer que su partido no debe ser marcado por el estigma de la corrupción, en alusión al desvío de fondos públicos cometido por Javier Duarte y su red de testaferros en Veracruz.
Con el ahora ex mandatario prófugo de la justicia -acusado por lavado de dinero y defraudación fiscal-, Ochoa se reunió con priístas veracruzanos y los convocó a iniciar una cruzada para recuperar la confianza de los ciudadanos.
“El PRI veracruzano no puede ser marcado por el estigma de la corrupción. No permitiremos que nuestro partido quede manchado por quienes le fallaron al pueblo veracruzano. Quienes haya violado la ley habrán de enfrentar las consecuencias de sus actos”, expresó.
Respecto a la elección de los 212 alcaldes en la entidad en 2017, dijo que no postularán a militantes manchados por la deshonestidad y el desprestigio,
“El PRI está comprometido con la transparencia y el combate a la corrupción”, ofreció.
Pretenden priístas limpiar manchas
Dijo el Presidente nacional del partido que sus siguientes candidatos serán personas honorables y de confianza.