La orgullosa irapuatense Alejandra García Sandoval, quien en el año 2006 ganó uno de los concursos más importantes en el concurso del canto lírico ‘Carlos Morelli’, se ha logrado colocar entre una de las favoritas a nivel nacional e internacional.
Actualmente se encuentra participando en la puesta en escena de la ópera “Le Comte Ory” en México.

LA ENTREVISTA

¿A qué edad surgió tu interés por el canto? 
A los 15 años, al entrar a la Prepa Oficial, ahí había una rondalla, yo no sabía que tenía voz hasta que inicié a hacer audición para solista, y empecé a cantar, me dijeron tienes una voz hermosa, ahí salió el interés, empecé a hacer cosas en la prepa, entré a concursos, y fue en el último semestre de la prepa cuando me decidí a estudiar la carrera de música.

¿Provienes de una familia de músicos?
No, sólo de la familia paterna, mi abuelo fue violonchelista en la Sinfónica de San Luis Potosí, él fue el único músico de la familia, nadie fue músico de la familia materna, pero tuvieron una cosa que me heredaron: la voz, ellos no saben que de naturaleza tienen una buena voz. Ahora que he estudiado me di cuenta que la voz me viene de parte de mi familia materna.

¿Te fue difícil incursionar en el ámbito musical?
Al principio un poco, yo no tenía idea que tenía voz para ópera, yo quería manejar mi voz porque quería cantar jazz, rock, blues, pero el maestro Hugo me despertó el amor por la música y me dijo: ‘Chica, tú tienes voz para cantar ópera’, así comenzó todo, así comencé a tener contacto con la música clásica.

¿En qué año fue tu primer debut como profesionista?
Desde que estábamos de estudiantes tuvimos contacto porque el maestro Hugo fue muy entusiasta, se hacían muchos recitales, y tuve la oportunidad desde los 20 años de tener contacto con un público, pero debut ya fue más adelante con el maestro Mario Rodríguez en 2001.

¿Cómo fue que te animaste a participar en el concurso ‘Carlos Morelli’?
En ese tiempo yo trabajaba con una especialista en canto, una coach cubana que desde que ella llegó creyó mucho en mí. En este concurso ya había participado años anteriores pero sólo había llegado hasta semifinales, ya no iba a participar porque me lastimé de la voz, estaba enferma, así canté y me lastimé, esperaba tener un lugar, pero no el primero, la competencia fue muy fuerte, pero al final son muchos factores y finalmente resulté vencedora del certamen de México para las voces líricas.

Luego de recibir el primer lugar, ¿cambió tu vida? 
Sí, me conoció más gente, ese día no pude dormir de pensar qué venía más adelante, qué responsabilidad tenía en los hombros y de ahí mi voz evolucionó unos 80 grados.
Después me fui al extranjero, a varios concursos internacionales donde quedé en semifinales y finales, me estuve preparando, estuve de alumna de Dunia Betzibi, una mezzosoprano croatia, la favorita de Herbert Von Karajan. ahora  me  ha ido muy bien, no me puedo quejar. Me he dedicado más en México por cuestiones personales, tengo dos hijos, pero no descarto la posibilidad de seguir viajando al extranjero. He visitado China en una gira como solista de la Orquesta Sinfónica de México.
¿En cuántas obras has participado?
Ya perdí la cuenta totalmente, cada año mínimo tengo 10 presentaciones fuertes.

¿Tu trabajo como docente qué te ha dejado?
Ahorita hay mucha gente interesada en tomar clase porque han escuchado buenas referencias de mi trabajo, y me gusta porque creces con los alumnos, el ser docente del canto lírico es complejo porque te vuelves psicólogo, protector, mamá, todo al mismo tiempo porque te involucras, la voz es un radar, tú puedes saber cuando la persona canta si tiene problemas, una cuestión atorada, es muy noble en este sentido y me gusta mucho enseñar, es cansado pero es muy, muy gratificante.

¿A quién admiras?
Hay muchos cantantes que admiro, no sé si algún día podré tener una carrera tan importante como ellas, pero donde yo esté, siempre quiero tener una buena técnica y cantar bien.

¿Tienes algún sueño de pisar escenario?
No tanto así, respeto cada escenario, hay unos muy importantes y sientes ese respeto pero para mí es seguir cantando y hacer ópera porque es el género donde se conjugan todas las aspiraciones que siempre he tenido.

¿Cuál es el mayor reto al que te has enfrentado?
El mayor reto es que la voz nunca se termina de estudiar, el arte en sí siempre está buscando la perfección y como tal tienes que seguir buscando esa perfección, y quién te ayude a lograrlo. Una vez, una prima me dijo una comparación que me pareció estupenda, donde aseguró que el cantante de ópera es muy parecido a lo que hace un cirujano plástico cuando opera, pero la única diferencia es que si el cirujano se equivoca un milímetro puede ser fatal, y en el caso del soprano no, pero es la misma precisión.
Otro de los retos es que debes tener un conocimiento básico del idioma que vas a cantar. Siempre te tienes que preparar todo el tiempo y no puedes dejar cabos sueltos.

¿Cuál es el mayor sacrificio?
El tiempo que no estoy con mis hijos, ahorita tengo la responsabilidad de estar compenetrada en mi trabajo, pero después tengo que reponer el tiempo que no estoy con mis hijos, y les brindo tiempo de calidad.

¿Qué te dicen tus hijos?, ¿cómo te apoyan?
Mi hija está muy pequeña para entender, pero muchas veces le toca estar en medio de todo esto y no es como otros niños que se desespera, puede aguantar hasta dos horas de ensayo, y con el más grande, es un poco más de problema porque él vivió todo el proceso desde que empezaba hasta ahora y antes podía dedicarle más tiempo, sí se queja porque quiere más tiempo con mamá.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *