Empresarios de la construcción y grandes amigos, Ricardo González y Luis Verlanga decidieron lanzarse a Houston, sin boleto y con toda la familia encima. Esperanzados en conseguir boletos para el Super Bowl LI.
Sueños guajiros que Ricardo no comparte mucho, pues a él realmente no le gustaba la NFL ni el futbol americano, hasta que su “compa” lo convenció de lanzarse a la aventura, vivir lo más de cerca la final de la NFL y quizá, quién sabe, de milagro poder estar en el NRG Stadium este domingo para ver el duelo entre Patriotas de Nueva Inglaterra y Halcones de Atlanta.
“Somos aficionados a la NFL (su esposa y él), nos gusta mucho y aunque andamos en eso de conseguir boletos, decidí venirme con toda la familia”, afirmó un entusiasmado Luis, quien volteaba de un lado para otro y compartía con sus hijas como si el pequeño fuera él.
Empresario de la construcción y enfundado en su chamarra de San Francisco, indicó que “soy superfanático de los 49ers, recuerdo mucho a Joe Montana y la dinastía que fueron, que ahora y siempre será mejor que la de los Patriotas, ganen o pierdan este partido”.
Ricardo sólo lo miraba y se limitaba a acentuar todo lo que decía, pues aunque estar en el Super Bowl, “es algo muy padre, la verdad es que yo de esto no sé nada”.
Y entonces, culminó: “Luis fue el que me convenció y pues la estoy pasando muy padre. El gasto sí es fuerte, pero vale la pena hacer el esfuerzo un poquito. Andamos acá desde el jueves y pues la idea es ver si tenemos la oportunidad de ver el juego”. Así viven estos regiomontanos la aventura de ser parte del Super Bowl.
Afición mexicana cerca del Super Bowl
Empresarios de la construcción y grandes amigos, Ricardo González y Luis Verlanga decidieron lanzarse a Houston.