Con motivo de la conmemoración que estamos celebrando con la promulgación de la Constitución de 1916-17, en el Teatro de la República de Querétaro el 5 de febrero del año de 1917, inicio una serie de comentarios, breves pero importantes sobre las implicaciones que sobre nuestra nación y en lo particular, sobre Irapuato, con el fin de que, conociéndola, la apliquemos para respetarla y hacerla respetar, con valor ciudadano y en contra de toda adversidad, proveniente de nuestra patria como del extranjero (Léase Donald Trump).
No olvidemos que, para tal efecto, la ciudad de Querétaro fue nombrada Capital de la República y, entre otras cosas muy importantes, ahí se interpretó por primera vez el Himno Nacional. Igual, en ese recinto realicé el ‘Diplomado en Arquitectura Mexicana del siglo XVI’, como maestro, el Doctor en Historia, Carlos Chanfón Olmos.
Inicio una aventura retrospectiva en nuestra historia y me remito a ‘Los decretos expedidos por el Honorable Congreso Constituyente del Estado de Guanajuato’, en los años de 1824, 1825 y 1826. Para tal efecto, en muchos de los señalamientos, transcribiré los comentarios al respecto hechos por los autores de la Edición Conmemorativa que para tal efecto realizaron conjuntamente, la LXII Legislatura del Estado de Guanajuato y el Colegio de Historiadores de Guanajuato A. C.
En la presentación de la edición aparece – que extracto- lo siguiente: ‘La génesis de un estado es tema que ha ocupado a estudiosos de diversas áreas del conocimiento. En el caso concreto de Guanajuato como entidad federativa, tiene como punto de partida al igual que en el resto del país, la consumación de la independencia y el primer esfuerzo institucional de parlamentarismo, mismo que en los estados tomó el nombre de Diputación Provincial. El año de 1824, significa un parteaguas en la administración pública nacional, debido a que después del paréntesis o efímero imperio de Agustín de Iturbide y que se retronara al diluido congreso, en la entonces Junta Nacional Constituyente, este cuerpo legal inició los trabajos preparatorios para lo que fue la gestación del nuevo estado mexicano, ahora bajo la forma de república federal, en la que cada uno de los territorios de sus entidades federativas, conformaron el actual estado nación. En este proceso de cambio y ensayo que duraría poco más de dos años, se construye el escenario en que México fue asumiendo su personalidad propia a través del pacto federal, cuyo fin último fue el de adoptar un texto Constitucional, en que se compendiaran las causas, características y necesidades administrativas de cada una de sus entidades partes’.
Luego de una larga y profund acuestión por parte de los miembros de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la LXII del Congreso del Estado, emitió temas tan importantes como la formación de los tres poderes en que estaría formado el nuevo estado; algunas adenda en los cambios de nomenclatura, denominaciones como la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores, La Villa de Irapuato y San Migue Hidalgo que, después de la juramentación local, cambiaran sus estatus; el uso de papel moneda; y otros asuntos que en su conjunto daría forma y sentido a Guanajuato como estado.
El Congreso Constituyente de Guanajuato. ‘En cada uno de los procesos históricos que componen el devenir de nuestros pueblos, hay episodios que por ser los primeros valen la pena ser rememorados de forma digna para hacer una evaluación con fines de conocer y divulgar el espíritu de la época en que acaecieron, conocer y revalorar lo entonteces ocurrido y hacer una autoevaluación para discernir, como al tiempo es que las instituciones han experimentado mutaciones y se han adecuado a las circunstancias. México, desde la llamada consumación de la independencia, entró en un debate por no saber la forma en que asumiría la emancipación de la corona española. Se sabía que los tratados de Córdova y el Plan de Iguala tenían deficiencias, pero sobre al traicionar dichos acuerdos el propio consumador, Agustín de Iturbide, la letra escrita en dichos tratados poco de calidad moral tendría para sostener el peso del nuevo país. Los hombres que antes habían apoyado a Iturbide: Antonio López de Santa Anna y Luis Quintanar, les dieron la espalda y propusieron desde distintos derroteros el federalismo como la forma de gobernar México. Para el caso mexicano, el Congreso de 1823, es el segundo de esa naturaleza y quedó integrado por 109 integrantes, el primero se erigió después de la consumación de la Independencia, su duración de del 24 de febrero de 1822 al 31 de octubre del mismo año, se integró por 143 diputados, una vez que se disuelve el congreso y México entra en un régimen monárquico, se nombra una Junta Nacional Instituyente cuya vigencia es del 2 de noviembre de 1822 al 29 de marzo de 1823, dando paso a el Segundo Congreso Constituyente.
Luego de muchos avatares y circunstancias ente las cuales están las del desconocimiento de la elección de Agustín de Iturbide como Emperador, declarar anulado el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba se nombre un poder ejecutivo con carácter de supremo encabezado por tres personas, un triunvirato: Pedro Celestino Negrete, Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria. Continuando con más circunstancias, se formó otro triunvirato encabezado por ex insurgentes: Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Celestino Negrete. Producto de la falta de autoridad en la capital del país, Diputaciones Provinciales como Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Michoacán y otras más se unieron y formaron un gobierno central. De febrero de 1823 a noviembre de ese año, México vivió un gran desconcierto hasta que se estableció el Congreso Constituyente en la capital en noviembre de 1823. En su interior se formaron dos corrientes, una encabezada por Lucas Alamán, José María Bustamante y Fray Servando Teresa de Mier que buscaban una república centralista. Otra por los federalistas, ex diputados en las Cortes de Cádiz: Crescencio Rejón y Miguel Ramos Arizpe.
Guanajuato será el segundo estado en anexarse al nuevo orden, después del congreso federal y será una institución cuyo origen parte de actos de orden político y en la erección del Primer Constituyente el 25 de marzo de 1824. Guanajuato inicia sus labores en este Soberano Congreso Constituyente el 25 de marzo de 1824. Entre muchas otras cuestiones se reconocieron las tareas libertadoras de Hidalgo y el lugar donde inició la gesta en 1810, por lo cual desde entonces, la Congregación de la Virgen de los Dolores se llamará Villa de Dolores Hidalgo y la Villa de San Miguel el Grande en San Miguel de Allende. Con esto resaltaron la labor de esto dos hombres y el lugar donde vieron la luz primera.
En el siguiente trabajo continuaré escribiendo sobre temas tan importantes contenidos en las Constituciones de Guanajuato de los años 1824, 1825 y 1826, como, entre otros más:sobre persecución de malhechores; arreglo del cobro de pulperías; sobre licencias para marcar ganados; sobre que los Fiscales asistan solo a la vista de las causas en que fueren parte, y no a las votaciones y sentencias; se concede el título de Ciudad a la Villa de San Miguel el Grande; Se concede el título de Villa al Pueblo de Irapuato;…
Como lo comenté, estos trabajos los realizo, uno, como parte de los de los festejos por la promulgación de la Constitución de 1916-17, así como, dos, debido a que, ayer, viernes de 3 de diciembre fui invitado como parte de la Asociación de Cronistas de nuestro estado por el Congreso del estado a la ceremonia conmemorativa de los festejos de esa promulgación en el nuevo edificio del Congreso del estado, en la ciudad de Guanajuato, casi en las inmediaciones del poblado minero de marfil. El resultado es el compromiso moral que tenemos los cronistas de difundir nuestros valores, respetarlos y defenderlos.
Bibliografía. Decretos expedidos por el Honorable Congreso Constituyente del Estado de Guanajuato, años de 1824, 1825 y 1826. Edición Conmemorativa. LXII Congreso del estado de Guanajuato y Colegio de Historiadores de Guanajuato A. C.Primera edición, marzo del 2014. Estudios personales en diferentes fuentes.