Dedicados al estudio de la vida, 24 médicos residentes concluyeron una etapa más en su formación en el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB).
A las 9 de la mañana de ayer se llevó a cabo la ceremonia de clausura de graduación de los médicos residentes, en cursos de especialización y posgrado avalados por la UNAM.
“Durante la residencia se aprende estudiando pero sobre todo se aprende al estar cerca de los enfermos, pues son ellos la fuente del conocimiento”, dijo Carlos Tena Tamayo, director del hospital.
16 médicos se especializaron en Anestesiología, Cirugía, Imagenología diagnóstica y terapéutica, Medicina interna y Pediatría. Ocho egresaron del curso de posgrado de Cirugía Articular de Mano, Urológica Pediátrica, Cirugía de Columna; Ortopedia pediátrica y Trasplante Renal.
“En el ejercicio de su profesión deben recordar que estarán frente a personas que padecen dolor o sufrimiento, por eso les llamamos pacientes, porque son padecientes, aunque también deberán esperar con paciencia a que el tratamiento tenga efecto en su organismo.
“En muchos casos no serán los aparatos ni los estudios de laboratorio los que estarán a la mano, sino la historia de cada persona”, les dijo Tena Tamayo.
En presencia de sus familiares, Víctor Olmedo Canchola, coordinador de supervisión académica de la División de Estudios de Posgrado en la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo a los residentes -egresados de universidades del País y extranjeras- que el HRAEB ha cumplido las especialidades que ha solicitado y han cubierto todos los recubrimientos que el Consejo Técnico les señala.
“Esos residentes que están en los hospitales no están gozando ni disfrutando a la familia, están atendiendo pacientes. No solamente es perderse esa cena de Navidad, el bautizo o la boda, los que tienen hijos se están perdiendo verlos crecer, sus años se los entregan a una profesión”, aseveró.

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