La resolución sobre la propiedad del Estadio León se aplazó, pero su suerte parece estar echada.
El Tribunal Colegiado del XVI Circuito Civil acordó este miércoles, por insistencia de un magistrado, posponer la resolución para revisar amparos promovidos por algunos dueños de palcos y plateas.
No obstante, otros dos magistrados adelantaron su posición de negar el amparo al Municipio. Eso supone ratificar las sentencias que en dos instancias ya le dieron la razón al Club Social y Deportivo León A.C, con Héctor González González y Roberto Zermeño Reyes.
En la sesión pública de ayer, a las 10 de la mañana se leyó que la resolución sobre el amparo directo 26/2016, promovido por el Municipio, iba en sentido negativo. Así lo propuso el magistrado ponente José Jorge López Campos.
Pero el presidente del Tribunal, Juan Solórzano Zavala, hizo una aguerrida defensa de aplazar la votación hasta no revisar los argumentos de los dueños de palcos y plateas que recién solicitaron amparos.
Pero López Campos y David del Toro Arreola (quien tomara el sitio del magistrado Jesús Valencia Peña, que se excusó de intervenir), insistieron en su postura de decidir en esa sesión pues, a su juicio, el conflicto es entre el Municipio de León y los representantes del Club Social y Deportivo León, y no tienen relación los dueños de palcos y plateas, cuyos derechos no se han afectado.
Luego de una hora de acalorado debate entre Solórzano Zavala y López Campos, éste último accedió a aplazar la decisión, pero sólo para revisar la solicitud de amparos llegados hasta ese momento.
Una sesión caliente

El magistrado Solórzano insistió en convencer de su postura a los otros dos integrantes del Tribunal.
“Creo que el proyecto que se nos presenta no hace referencia de ninguna manera a los derechohabientes de palcos y plateas, quizá se me pueda decir que es por la litis cerrada en virtud de que el contrato de comodato lo celebraron el Municipio de León y la directiva del Club León, sin embargo considero de vital importancia que esas personas tengan injerencia en este asunto a fin de respetarles el derecho de audiencia, uno de los derechos humanos más importantes es no dejar inaudita a una persona a la que pueda causar perjuicio una resolución”, argumentó.
Además recordó que estos dueños con sus aportaciones ayudaron a la construcción del Estadio León.
El ponente López Campos reviró que el contrato para disfrutar de palcos y plateas nada tiene que ver con el derecho de propiedad del Estadio León que está en disputa. Y que ellos en su momento podrán hacer valer sus derechos legales si llegaran a ser afectados, porque hoy no lo están.
“El asunto por resolver tiene como base el contrato del Fideicomiso que exclusivamente fue suscrito por Municipio, Club León y la institución bancaria. Lo que se dirime en el juicio, lo que pretende el actor, es que se dé por terminado al haber cumplido el plazo de 10 años y los bienes que se habían dado al Fideicomiso regresen a él, la controversia es por la propiedad de esos bienes.
“No hay necesidad de llamar a palcohabientes porque no tuvieron injerencia en ese contrato, y los contratos que celebraron los palcohabientes no están vinculados al Fideicomiso”, anotó el ponente.
Solórzano respondió que la resolución tampoco tomaba en cuenta el tema de la franquicia ante la Federación Mexicana de Futbol y nada garantiza que el equipo siga en la ciudad. De qué sirve, dijo, que dueños de palcos y plateas se quieran defender cuando el equipo ya no esté.
Además apeló a una regla de cortesía no escrita en ese Primer Tribunal Colegiado Civil de que, cuando uno de los integrantes requiere de más tiempo para tomar una decisión, se aplace la resolución.
“No podemos decidir con los ojos vendados. Llamo a la prudencia”, expresó.
Por fin… ceden

Pero parecía que los otros dos no tenían la intención de brindarle esa “cortesía”. El secretario en funciones de Magistrado, David del Toro, tomó la palabra para coincidir con resolver ya y negar el amparo.
“El derecho de observar un espectáculo público no está a debate aún, esa expectativa de que las franquicias cambian de ciudad, etcétera, es un hecho incierto, al momento no hay nada. El derecho debatido (los bienes del Fideicomiso) al momento no trastocan a otras partes”, anotó.
López Campos agregó que incluir en el debate a palcohabientes sería tanto como considerar que en un contrato de compra-venta por la propiedad de Telmex se escuche a los usuarios de la compañía.
Lo anterior irritó a Solórzano, que consideró que fue una “comparación muy infeliz”.
Jorge López anotó que la franquicia no es un derecho colectivo. Luego amagó con llevar el tema a votación y de una vez resolverlo, y David del Toro secundó que no había razón para aplazarlo.
Ya desesperado Solórzano dijo que no le entendían: “De lo que se trata es de la garantía Constitucional del artículo 14, que establece que nadie puede ser privado de sus derechos si no es mediante un juicio”.
El debate hizo que Solórzano alzara la voz con un “permíteme” dirigido a López Campos, para agregar: “Hay que llamar a quien tengamos que llamar, así sean mil, cinco mil, veinte mil, los que sean”.
La solicitud de amparos de palcohabientes puede durar mucho tiempo, advirtió el ponente Jorge López, pero, para cerrar la discusión, planteó revisar los que ya tienen para resolver pronto lo que les toca.
En lo anterior estuvieron de acuerdo los tres integrantes del Tribunal. Y la agonía se alargó…
En la sesión de ayer del Tribunal se dio cuenta que había escritos del síndico y representante legal del Ayuntamiento, Luis Ernesto Ayala Torres, y de los particulares Eduardo Hernández Padilla, en su calidad de dueño de palcos y plateas, y de Víctor Chávez, propietario de plateas.
Ellos daban cuenta de la solicitud de amparos para ser tomados en cuenta.

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