En la comunidad de Guadalupe Victoria, donde se localiza el parque industrial León-Bajío, no tienen agua potable desde hace tres años debido a que el pozo colapsó, pero sí están anegados de pestilentes aguas negras.
Desde la pasada administración priísta les prometieron que les repondrían el pozo que pronto se secó, pero hasta ahora siguen a la espera de que autoridades municipales atiendan su principal problema: la falta de agua potable.
“No tenemos ni para beber nosotros, menos para darles a los animales. Lo que sí tenemos es una gran cantidad de aguas negras que vienen de la lechera León, que se ubica en Los López”.
“Ha venido el alcalde López Santillana, pero el problema no se ha resuelto”, dijo Alejandro Gasca Horta, delegado de la comunidad de Guadalupe Victoria.
El lugar está evidentemente marginado pese a que colinda con la carretera León-Santa Ana del Conde y con el nuevo parque industrial León-Bajío, que ya cuenta con un pozo de 4 pulgadas.
Hace dos semanas autoridades se reunieron con los habitantes y les dijeron que la Dirección de Desarrollo Rural se haría cargo del problema de la falta de agua.
Rodolfo Ponce Ávila, titular de la dependencia, dijo que hace tres años se colapsó el mismo pozo que era operado por un comité integrado por vecinos de la comunidad, pero ya no tuvieron fondos para repararlo.
Los vecinos han demandado incorporarse a SAPAL Rural para que sea este organismo descentralizado el que invierta en la reparación del pozo, en la red de distribución y en planta de tratamiento de aguas residuales.