Tal vez suene a conformismo, pero rescatar un punto con un hombre menos por más de 70 minutos ante un rival como el América, es para aplaudirse.

En los fondos, no podemos hacernos de la vista gorda sin mencionar que en la cruda realidad tenemos a un León como el peor de la tabla general y que el triunfo sigue sin aparecer en casa.

En las formas, la Fiera que enfrentó al ‘Odiado y Querido’ fue eso, una fiera.

En una enésima intentona de Torrente para hallar la fórmula que encauce a su equipo en el sendero exitoso, puso a Diego Novaretti como contención y resultó la clave para adquirir un equilibrio entre líneas, pero sobre todo para tener los tamaños suficientes en las adversidades que se generaron tras los errores arbitrales y las faltas de concentración.

Lo que hizo el más grandote de los Esmeraldas es para resaltar. Recuperó pelotas, cubrió atinadamente, fue el estandarte en la ‘presión alta’ y dio muestras de su condición física pegando dos tremendas carreras de más de 50 metros en las postrimerías del partido.

Novaretti se afianzó en el medio terreno cuando La Volpe sacó el as debajo de la manga al meter al niño descarado y respondón, Diego Lainez, que con sus 16 años hizo su debut en el máximo circuito. Pero de los dos, al final fue la experiencia de don Diego la que se impuso a las travesuras de Dieguito. 

Hemos dicho que sin Mejía no hay paraíso y como el colombiano va para otro mes fuera por su lesión, Torrente ahora respira tranquilo con la dupla de Novaretti y Leo López.

Mientras que el argentino puso el carácter y metió la pierna, Leo sazonó el juego con su picardía cuando el León necesitaba saberse vivo a pesar de la expulsión de Pereyra.

La sensatez estratégica regresó al banquillo esmeralda. Hay que decir que Torrente movió inteligente sus piezas pues con uno menos no se echó para atrás; plantó su última línea en los tres cuartos de cancha achicando los espacios a unas Águilas que quedaron atadas de alas.

El domador fue pensante en sus demás cambios, así como lo queremos ver en su plan de estratega. Cuando el América dominaba, habilitó dos escudos por las bandas utilizando a defensas como volantes y todo lo demás fue pelear a capa y espada.

Las matemáticas todavía indican que el León no está muerto en la Liga y a esto Torrente se aferrará dándose en la pelea por calificar hasta que esos números le escriban en la frente un ‘hasta aquí llegaste’. Sin embargo, esa posibilidad de colarse a la Fiesta se ve muy lejana. 

Para La Fiera y para los que estuvimos en El Glorioso, nos ha quedado claro que cuando el futbol no te alcanza por completo, lo preponderante es el sudor en la playera sin importar que sea negra y no verde.

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